Yudeima Sotillo
Se avecina el día de los muertos y los habitantes de la capital de Amazonas esperan que le hagan un cariñito al camposanto.
Las tumbas en el cementerio municipal de Puerto Ayacucho, en el estado Amazonas; se pierden de vista entre el monte que ha crecido después de las últimas lluvias caídas en la zona.
La alcaldía del municipio Atures, ente al que corresponde la tarea del mantenimiento del cementerio, hace mucho tiempo que dejó de lado esta tarea. Desde que se entra al lugar se percibe el abandono: las vías internas son de tierra y están repletas de huecos; la mayoría de los monumentos perdidos entre la maleza han sido objeto de vandalismo, es decir, les han hurtado las lápidas que las identificaban, las cruces y cualquier objeto que pudiera tener algún valor monetario. También, algunos familiares han manifestado que el lugar se ha convertido en guarida de delincuentes.
Llegar hasta el lugar no es fácil, está unos 10 minutos del pueblo y debido a la constante escasez de gasolina el transporte público hacia la zona es casi nulo. También en carro particular se dificulta por el mismo problema del combustible, lo que conlleva a que los familiares no puedan hacerse cargo de la limpieza y mantenimiento de los alrededores del lugar donde reposan los restos de sus difuntos.
“Mi hijo está enterrado allí desde 2015, antes podíamos venir todos los meses a limpiar y quitar la maleza; pero desde hace dos años debido a la carencia de transporte público no podemos ir sino de vez en cuando. Es muy doloroso ver el estado en que está este lugar”, comentó el señor Juan Sotillo, quien hace unos días estuvo en el camposanto.
En un mes se conmemorará el día de los muertos y los habitantes de Puerto Ayacucho esperan que para esa fecha se le haga un cariñito al cementerio y despejen las parcelas.
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