El acoso sexual es un tema de gran preocupación en la sociedad actual, en el que las víctimas pueden formar parte de cualquier grupo, al igual que su acosador, sin importar género ni edad.
Cuando se trata de acorrimiento lascivo de un adulto hacia otro, el agresor ejerce poder, intimidación y abuso emocional y físico.
Por otro lado, el hostigamiento de un mayor hacia menor de edad implica una relación de poder asimétrica.
En estos casos, el adulto utiliza su posición de autoridad o influencia para acosar.
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La psicóloga infantil, Karina Salas, explicó a 2001 que cuando se trata de niños acosando a otro, hay un sentido de ignorancia y replica de acciones.
Se puede dar porque no se le explicó que es el acorralamiento o ha presenciado actos dañinos en otros ámbitos.
Esta práctica negativa entre niños y adolescentes se produce cuando alguno ejerce violencia física, verbal o emocional sobre otro de sus misma edad o más pequeño.
Niños también acosan
El acoso sexual puede tener lugar en la escuela, en línea, en comunidades locales o incluso en el seno familiar.
“Se suele subestimar, le quitan peso a la situación y dejan que pase”, explicó la consultada a 2001.
De tal manera, Salas señaló que hay casos en el que el agresor, quien es menor de edad, no está al tanto de lo que está haciendo, porque nunca se le habló sobre el consentimiento, el respeto y la violencia sexual.
“Hablar del sexo, del consentimiento y de respetar el cuerpo de otra persona tiene que dejar de ser tabú”, expresó la psicóloga.
Por esa razón, es fundamental educar a los jóvenes sobre los conceptos de aprobación, respeto y límites personales desde una edad temprana.
Esto puede incluir programas de educación sexual en las instituciones, charlas informativas y campañas de sensibilización.
“A veces ni la víctima sabe que está sufriendo atosigamiento, porque no se habla de eso lo suficiente”, compartió Salas.
Los victimarios pueden ser niños de 10 años que tocan inapropiadamente a una compañera (o compañero) de clase.
Y también se puede tratar de adolescentes de 15 años que exigen fotos de amigos o amigas en ropa interior por redes sociales.
Hay situaciones en el que la intimidación escala al abuso físico.
Acoso sexual es un delito
Por su parte, el abogado penal Luis Izquiel comentó a 2001 recientemente que cuando se trata de delitos sexuales “los menores de 14 años son inimputables”.
Es decir, no pueden ser procesados penalmente, sino que sobre ellos recaen solo medidas de protección.
Dependiendo del caso, también se puede abrir un proceso penal en contra de los representantes del agresor.
Para aquellos victimarios entre los 15 y 17 años, la pena máxima es de 10 años si se trata de un delito grave, como lo es ultrajar a una persona.
De acuerdo a los estudios, las víctimas de abuso y acoso sexual tienen las mismas secuelas (aislamiento, ansiedad social y depresión, entre otros estados) sin importar la edad de su victimario.
Estos actos se pueden denunciar ante el Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes y el Ministerio Público, mostrando las pruebas necesarias que evidencian acoso o abuso.
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