La venezolana Valentina Celis consolida su vocación en Endocrinología

Ha participado en publicaciones y reportes de casos presentados en reuniones científicas de alto nivel, como la American Association of Clinical Endocrinology, la Endocrine Society y la American Society of Nephrology

Miércoles, 14 de agosto de 2024 a las 06:00 pm
La venezolana Valentina Celis consolida su vocación en Endocrinología

La historia profesional de Valentina Celis es la de una médica que convirtió cada etapa de su formación en un peldaño de liderazgo. Bilingüe, formada inicialmente en Venezuela y consolidada en instituciones académicas de alto prestigio en Estados Unidos, ha construido una trayectoria que integra excelencia clínica, producción científica y un compromiso constante con la educación y la equidad en salud. Su campo es la Endocrinología, la diabetes y las enfermedades metabólicas, pero su impacto va más allá de una sola especialidad: abarca la organización de servicios, la formación de equipos y la transformación de la atención en distintos niveles del sistema sanitario.

Su base profesional se forjó en la Universidad de Carabobo, en Valencia, donde se graduó como médico en 2015 con honores, ubicada en el noveno lugar de una cohorte de 388 egresados. Esa posición de excelencia académica no fue un fin en sí mismo, sino el punto de partida de una carrera orientada a la responsabilidad social. Durante su internado médico trabajó en el Hospital Central de Valencia y en centros de salud urbanos y rurales, donde atendió comunidades con recursos limitados y necesidades complejas. Allí organizó jornadas de pesquisa de enfermedades cardiovasculares, actividades educativas sobre vacunación, salud sexual y reproductiva, consumo de sustancias y prevención de enfermedades endémicas como dengue, zika y chikunguña. También asumió el rol de “médico interno residente” en un centro rural, donde estaba disponible para urgencias, partos y atención de recién nacidos, lo que le exigió tomar decisiones rápidas con recursos finitos y la consolidó como una profesional resolutiva y cercana al paciente.

Con la meta clara de desarrollarse en un entorno académico internacional, Celis se trasladó a Estados Unidos y encaró el reto de los exámenes de licencia médica. En Chicago cursó el programa de preparación para el United States Medical Licensing Examination y estudios de inglés como segunda lengua, combinando la adaptación cultural con una disciplina de estudio intensa. Esa etapa fue clave para cimentar sus bases en la medicina basada en evidencia y para perfeccionar su dominio del idioma, algo que más adelante le permitiría moverse con naturalidad en clínicas, hospitales, congresos y espacios docentes de habla inglesa.

Antes de ingresar a una residencia formal en Estados Unidos, buscó una exposición temprana al sistema de salud norteamericano a través de pasantías como Visiting Physician. En el Advocate Illinois Masonic Medical Center, en Chicago, participó de la consulta externa de Hematología y Oncología, siguiendo pacientes en nuevas evaluaciones, controles y citas para quimioterapia dentro de un entorno multidisciplinario. En el Louis Stokes VA Medical Center de Cleveland, uno de los hospitales de veteranos más grandes del país, se integró al servicio de Enfermedades Infecciosas, atendió la International Travel Clinic y apoyó iniciativas de seguridad del paciente, prevención de infecciones y uso racional de antimicrobianos, reforzando su visión sobre calidad y seguridad en la atención. Más tarde, en el John H. Stroger Jr. Hospital of Cook County, un hospital público y centro de trauma de referencia, acompañó al servicio de Hematología y Oncología en sala y asistió a procedimientos avanzados, además de actuar como intérprete médica para pacientes hispanohablantes, un rol que subraya su valor agregado como puente cultural y lingüístico dentro de equipos complejos.

En 2019 inició la residencia en Medicina Interna en el Mount Sinai Medical Center de Miami Beach. Allí trabajó en un sistema que integra hospitales con más de 1800 camas y afiliaciones con la University of Miami y el Jackson Memorial Hospital, el hospital público más grande de Estados Unidos. Su paso por servicios como Cuidados Críticos, Cardiología, Nefrología, Gastroenterología, Hematología y Oncología, Infectología, Reumatología, Neurología y Urgencias le dio una visión transversal de la patología aguda y crónica, y la entrenó en la coordinación de equipos multidisciplinarios para casos de alta complejidad.

Como residente sénior asumió un papel de liderazgo explícito. Supervisó a residentes más jóvenes y estudiantes de medicina, impartió docencia basada en casos y se convirtió en una figura de referencia para aclarar dudas clínico-diagnósticas en la práctica diaria. Condujo conferencias académicas y coordinó una sesión multidisciplinaria sobre COVID-19 que revisó evidencia emergente y recomendaciones de los CDC, insumo que sería utilizado para ajustar protocolos internos y estrategias de manejo durante la pandemia. Se formó en un programa robusto de simulación clínica diseñado para preparar a los residentes frente a escenarios de alta complejidad, y representó a su programa en la competencia de “Medical Jeopardy” del American College of Physicians en la Sección Florida, una señal de la confianza que sus mentores depositaban en su criterio y conocimientos. Paralelamente, trabajó en un centro de salud calificado federalmente, donde atendió a poblaciones vulnerables bajo el programa 340B, reforzando su compromiso con la atención de quienes tienen menos acceso a cuidados médicos.

Su liderazgo no se limitó al ámbito clínico. Durante la residencia integró un programa de mentoría interna en el que acompañó a otros residentes en su desarrollo profesional, ayudándoles a navegar las exigencias emocionales y académicas del entrenamiento médico. Su experiencia previa como voluntaria con la National Kidney Foundation en campañas de detección de factores de riesgo de enfermedad renal y su trabajo en el Cancer Center del Advocate Illinois Masonic Medical Center, donde acompañó emocionalmente a pacientes oncológicos durante sus infusiones, demostraron desde temprano una sensibilidad especial por el componente humano detrás de la enfermedad. Esa combinación de apoyo emocional y excelencia técnica se convertiría en un sello constante a lo largo de su carrera.

En 2022 dio el siguiente paso al ser aceptada en el Fellowship de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la University of South Florida, en Tampa. Este programa se desarrolla en un triángulo de instituciones de élite: Tampa General Hospital, el centro de trasplantes más grande del país; el Moffitt Cancer Center, uno de los principales hospitales oncológicos de Estados Unidos; y el James A. Haley Veterans’ Hospital. En este contexto, Celis se consolidó como endocrinóloga clínica al manejar un amplio espectro de patologías: diabetes tipo 1 y 2, obesidad, dislipidemias, enfermedades tiroideas, paratiroideas y óseas, tumores neuroendocrinos, trastornos adrenales y de hipófisis, además de endocrinopatías reproductivas. Realizó más de cien procedimientos, entre ellos biopsias por aspiración de tiroides, interpretación de densitometrías óseas, manejo de bombas de insulina y terapias con yodo radioactivo, lo que refleja un dominio práctico profundo de la especialidad.

En el ámbito intrahospitalario tuvo un papel clave en el servicio de interconsultas de Endocrinología en hospitales con más de mil camas. Allí atendió emergencias endocrinas de alto riesgo como tormenta tiroidea, coma mixedematoso, crisis adrenal, apoplejía hipofisaria y cetoacidosis diabética, situaciones que requieren decisiones rápidas, coordinación interdepartamental y un conocimiento muy afinado de la fisiopatología. Su capacidad para traducir escenarios clínicos complejos en planes de acción claros fue un aporte central para los equipos de cuidados intensivos, medicina interna, cirugía y oncología.

Como docente, Celis se convirtió en un pilar del programa. Supervisó residentes e internos durante las consultas hospitalarias y ambulatorias, impartió sesiones educativas a estudiantes de medicina y participó en la formación de dietistas en el VA, donde ofreció una revisión estructurada de terapias para la diabetes dirigida específicamente al rol del profesional de nutrición. También realizó un alto volumen de consultas electrónicas asincrónicas dirigidas a médicos de atención primaria y otros subespecialistas, lo que amplió de forma notable el acceso a la experiencia endocrinológica en el sistema de salud de veteranos.

En su segundo año de Fellowship fue nombrada Co-Chief Fellow, rol en el que coordinó la planificación académica, distribuyó estratégicamente las responsabilidades clínicas de los fellows y colaboró en el diseño del programa de integración para los nuevos ingresantes. Creó materiales educativos alineados con la literatura médica actual, estructuró un plan curricular coherente y ayudó a que la transición de los nuevos fellows fuese más ordenada y efectiva. Además, representó al grupo en el Comité de Bienestar del Fellowship, donde organizó actividades orientadas a la salud mental, física y emocional de los fellows, y en el Comité de Admisiones, participando en la selección de aspirantes, en paneles de entrevistas y en charlas de orientación sobre el programa. Estos roles demuestran que su liderazgo fue reconocido tanto por la facultad como por sus pares.

Otro eje distintivo de su paso por la University of South Florida fueron los proyectos de mejora de calidad. Celis colaboró en iniciativas para incrementar el uso de inhibidores SGLT2 en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida, en la implementación de un protocolo de muestreo venoso adrenal en el hospital de veteranos y en la expansión del acceso a sistemas de monitoreo continuo de glucosa en clínicas de atención primaria. Estos proyectos combinan su mirada clínica con habilidades de gestión, análisis de procesos y trabajo colaborativo, y muestran una endocrinóloga que no se limita a atender pacientes uno a uno, sino que también transforma estructuras para impactar poblaciones completas.

Su producción académica es amplia y diversa para una especialista en etapa temprana de carrera. Ha participado en publicaciones y reportes de casos presentados en reuniones científicas de alto nivel, como la American Association of Clinical Endocrinology, la Endocrine Society y la American Society of Nephrology. Entre sus trabajos se incluyen el tratamiento de osteoporosis en osteogénesis imperfecta tipo V con romosozumab, el análisis de un caso pedagógico de hipocalcemia familiar hipocalciúrica que simulaba hiperparatiroidismo primario, un caso raro de acromegalia con inmunotinción negativa para hormona de crecimiento y presentaciones sobre diabetes tipo 1 inducida por inhibidores de checkpoint inmunológico, una complicación poco frecuente pero clínicamente trascendente en oncología. También ha publicado sobre la intersección entre Endocrinología y Cardiología, como la asociación entre tirotoxicosis y flutter auricular sostenido o la angina vasoespástica y síndrome coronario agudo desencadenados por enfermedad de Graves, además de reportes sobre toxicidad renal por oxandrolona, enfermedad de Von Gierke en un paciente con diabetes insulinodependiente y patologías cardiovasculares complejas como fístulas aorto-cavitarias y aneurismas de raíz aórtica.

Estas publicaciones y pósteres no solo muestran amplitud temática, sino también una constante: Celis identifica situaciones clínicas desafiantes, las contextualiza en la literatura y las transforma en aprendizaje colectivo. Cada trabajo es una pieza que ilumina aspectos poco frecuentes pero cruciales de la práctica, desde complicaciones farmacológicas hasta manifestaciones atípicas de enfermedades sistémicas.

En paralelo, ha mantenido una intensa actividad como oradora en conferencias y foros académicos. Ha dirigido Journal Clubs sobre ensayos emblemáticos, como los estudios EASE-2 y EASE-3 sobre empagliflozina como coadyuvante en diabetes tipo 1 y el ensayo SURMOUNT-1 de tirzepatida en obesidad, además de sesiones de revisión de pruebas clínicas en pacientes críticamente enfermos y charlas sobre hipertensión con hipopotasemia, síndrome de Cushing, insulinoma y otras patologías endocrinas complejas. Durante su residencia, impartió conferencias sobre terapias para COVID-19, uso profiláctico de oseltamivir en pacientes anticoagulados y resultados funcionales tras ictus tratados con fluoxetina, entre otros temas. Incluso lideró sesiones de repaso para el examen de certificación de Medicina Interna, lo que evidencia la confianza depositada en su dominio teórico y su capacidad pedagógica.

Su compromiso con la comunidad médica no termina en el hospital o el aula. Como miembro de sociedades profesionales como el American College of Physicians, la Endocrine Society, la American Diabetes Association y la American Association of Clinical Endocrinology, se ha mantenido en contacto permanente con las discusiones más actuales de su campo. Al integrarse a la sociedad de exalumnos de la University of South Florida, ha colaborado con estudiantes de medicina de clases posteriores, compartiendo su experiencia sobre los desafíos del camino hacia la especialización y ofreciendo una perspectiva honesta sobre la vida académica y asistencial. Valentina es sin duda un importante referente de su generación y su trayectoria combina disciplina, empatía y visión estratégica, y la posiciona como una figura en ascenso dentro de la endocrinología moderna. 

 

 

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