Para mantener el cuerpo saludable es necesario realizar chequeos médicos para descartar alguna anomalía, y es aquí cuando la foniatría también entra en materia.
La foniatría es la especialidad médica que atiende los problemas relacionados con la comunicación, como vendría siendo:
- Audición.
- Lenguaje.
- Habla.
- Voz.
- Autismo.
- Deglución.
- Equilibrio o Vértigo.
Así lo corroboraron Ramón Hernández-Villoria y Fátima Oliveira, médicos cirujanos especializados en la foniatría.
Hay ocupaciones o profesiones que inevitablemente requieren de una buena capacidad de comunicación y entendimiento, como vendría siendo operadores de telemarketing, músicos, maestros, actores de doblaje, entre otros.
Dichos profesionales tienen un mayor riesgo de que su sentido oral o auditivo sufra de algún deterioro a corto o largo plazo.
Hernández, quien suele abarcar el aspecto de audiología y deglución, sostiene que para este tipo de trabajos hay que realizarse chequeos foniátricos cada uno o dos años. “Dependiendo del tipo de riesgo”.
En caso de que estas profesiones lleguen a ser perjudiciales para quienes la ejercen, pueden quedar tipificados en algunas de estas dos categorías.
- Clase funcional I: no puede laborar si tiene disfonía.
- Clase funcional II: se dificulta el desempeño laboral.
“En ambos casos es importante el chequeo anual o bienal para prevenir situaciones o detectarlas tempranamente, a fin de evitar consecuencias permanentes sobre su salud vocal”, resalta Hernández.
La doctora Oliveira, quien suele tratar el aspecto audiológico y de otoneurología, coincidió que quienes ejerzan ese tipo de carreras deben someterse a una evaluación anual, especialmente si su herramienta principal para ganarse la vida es la voz.
“Ya que, si no tienen una adecuada técnica respiratoria, o hacen uso y abuso con fallas en la buena higiene vocal, pueden a la larga desarrollar problemas como nódulos, quistes, pólipos vocales, entre otros”, advirtió la doctora.
También hay que visitar al foniatra cuando los trabajadores están expuestos a un constante y estruendoso ruido.
Este chequeo debe ser periódico. “Yo lo recomiendo cada seis meses, dicho profesional debe realizarse un control previo de audiometría tonal y debe repetirlo después del ingreso laboral, ya que se debe descartar el daño auditivo inducido por ruido”, sostiene la especialista.
Otro aspecto que hay que tomar en cuenta a la hora de adentrarse en la foniatría, es captar de las señales atípicas que muestra el cuerpo.
Tales como:
- Que un niño de un año no pronuncie alguna palabra.
- Que los adultos comiencen a entender mal las palabras.
- Presencia de ruidos en los oídos.
- Presencia de vértigo o inestabilidad.
- Pérdida de la voz o disfonía por más de 15 días.
“Algo no está bien cuando la comunicación de la persona deja de ser eficaz y, además, que el afectado tenga problemas para entender a los demás”, agrega Ramón Hernández.
También considera que hay que prestar atención e interés a los problemas foniátricos asociados a la deglución y al equilibrio.
“Cualquier perturbación de estas funciones, por mínima que sea, causa molestias notorias y peligrosas que deben ser atendidas de inmediato”.
El acatar de raíz estos problemas de deglución y equilibrio, previene situaciones irreversibles como:
- Desnutrición.
- Caídas.
Más datos de la foniatría
Ramón Hernández sostiene que la evaluación foniátrica debe efectuarse desde muy temprana edad, e inclusive desde la etapa prenatal, hasta llegar a una edad avanzada, sobre todo, cuando las facultades básicas tienden a deteriorarse con más frecuencia entre los 80 y 100 años.
“En la cual participamos con la atención precoz de problemas detectables que van desde antes del nacimiento, por ejemplo, paladar hendido (hendiduras o fisuras)”.
Hernández sostiene que los problemas de comunicación son muy variados y diversos, por tanto, los tratamientos se acoplan a la necesidad de cada paciente y no se puede hablar de una tarifa genérica o aproximada de cada caso.
“Pueden ir de situaciones relativamente sencillas e inocuas, fáciles de recuperar, hasta situaciones permanentes y complejas que requerirán atención o control por toda la vida o gran parte de ella”.
En cuanto a los tips enmarcados en la foniatría, Fátima Oliveira sostiene que:
- Los oídos no se limpian, ni se recomienda introducir algún objeto para extraer el cerumen. “En caso de tener un tapón de cerumen, se debe acudir al especialista para extraerlo”.
- No carraspear, elevar la voz o tomar remedios caseros para una disfonía, ya que la misma puede agravarse.
- Hacer ejercicio y mantener una alimentación rica en frutos rojos para mantenerse saludable.
- No se debe someter al oído al uso de auriculares o audífonos que estén a todo volumen, especialmente en largos períodos de tiempo, ya que puede traer consecuencias irreversibles.
“La prevención es la herramienta más poderosa que tenemos para evitar problemas de salud. En el campo de la foniatría esto se cumple también, más aún en lo que respecta a la voz y a la audición que son tan afectadas por la ocupación laboral o por actividades recreativas”, acotó Ramón Hernández.
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