El Real Madrid se prepara para un exigente desplazamiento hacia Almaty, Kazajistán, para su próximo encuentro de la UEFA Champions League.
Este viaje a territorio asiático representa un reto logístico y físico debido a la lejanía y las condiciones geográficas de la ciudad y pondría a prueba al club, acostumbrado a desplazamientos más cortos dentro de Europa.
La planificación del viaje no solo incluye la estrategia táctica, sino también la gestión del cansancio y la adaptación a factores como la altitud y el clima continental.
El vuelo directo entre Madrid y Almaty se estima en aproximadamente 8 horas y media, cubriendo una distancia de 6.400 kilómetros. Sin embargo, la movilización de toda la delegación deportiva, incluyendo paradas y traslados terrestres, puede extender el tiempo total de viaje a más de 10 horas y una distancia superior a los 8.000 kilómetros, dependiendo de la ruta seleccionada y las conexiones aéreas.
¿Podría el Madrid tener problemas de rendimiento en Kazajistán?
Este extenso recorrido podría influir en el desempeño de los jugadores, ya que la fatiga por vuelos largos y el jet-lag obligarán al cuerpo técnico a ajustar la planificación de los entrenamientos y las rutinas de descanso.
Ubicada en los contrafuertes de la cordillera Trans-Ili Alatau, Almaty se encuentra a una altitud de entre 700 y 900 metros sobre el nivel del mar.
Kairat jugará su primera Champions
En el ámbito deportivo, el Real Madrid se enfrentará al FC Kairat Almaty, equipo que ha hecho historia al clasificarse por primera vez para la fase de grupos de la UEFA Champions League.
El partido se jugará en el Almaty Central Stadium, un recinto que se espera genere un ambiente intenso y compacto, diferente a los habituales estadios de gran aforo en los que compite el Real Madrid. El club blanco deberá gestionar su plantilla para afrontar este desafío.
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