Paulo Dybala, una figura ausente en el reciente Mundial de Clubes, está aprovechando al máximo su tiempo libre. El astro de la Roma, junto a su esposa Oriana Sabatini, eligió Miami para desconectarse del fútbol y sumergirse en un descanso de lujo, buscando la tranquilidad lejos de los focos.
La pareja, acompañada por la familia de Oriana, rentó una impresionante propiedad en las afueras de la ciudad. Lo más destacado de esta escapada es que la casa cuenta con una exclusiva playa privada, permitiéndoles disfrutar del mar Caribe a solo unos pasos de su puerta.
Las redes sociales han sido el escaparate de la felicidad de la pareja, con fotos que muestran su idilio en este paraíso personal. La residencia no solo ofrece acceso directo a la arena, sino que también presume de amenidades como una piscina infinita, gimnasio, cine privado y vistas espectaculares al océano desde sus habitaciones.
No todo fue relax absoluto para el futbolista; Dybala se dio tiempo para ver el partido de Boca Juniors contra Benfica en el Hard Rock Stadium, compartiendo palco con su amigo y compañero Leandro Paredes. Un pequeño gusto antes de retomar la acción en la pretemporada de la Roma.
Sorprendentemente, Dybala rechazó una oferta millonaria de un club saudí para unirse al Mundial de Clubes, priorizando estas vacaciones. El Al Hilal de Arabia Saudita le había puesto sobre la mesa 10 millones de dólares por apenas un mes de juego, pero la tentadora propuesta no lo movió de sus planes de descanso.
Visite nuestra sección de Deportes.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube.
