Si ya por amplia distancia, Qatar 2022 se ubica como el Mundial más polémico y sospechoso de la historia a fuerza de sobornos petrodólares; prepárese también para soportar la contratación de aficionados falsos que tendrán la tarea de llenar los estadios, animar a la selección que se les indique y añadir pasión desbordada en cada una de las tribunas en Doha, la capital.
Las denuncias de estos hinchas falsos se produjo al observarse a personas armando barras alegóricas de determinados países, pero con rasgos físicos distintos o no habituales de esas naciones.
Serían personas provenientes de Pakistán, que a cambio de apoyar a una selección designada, reciben camisetas, entradas, 10 dólares por día, tres comidas en cada jornada y alojamiento.
Una total locura medio oriental que parece no conocer límites.
Para algunos es un trabajo de ensueño: Sospechoso, pero empleo al fin
Reportes históricos indican que la modalidad de estos hinchas mercenarios no es nueva…
Pues ya algo muy similar había ocurrido en la cita de Corea-Japón 2002.
Aquella vez no se denunció, sino que todo se tomó con ligereza y hasta con jocosidad. Luego la organización indicó que se trataba de un trabajo de hospitalidad.
Sin embargo, las redes sociales se llenaron de asombro, pero distintos usuarios manifestaron que era sin dudas el trabajo soñado:
Estar en el Mundial, boletos a los cotejos, alojamiento gratis, comida con financiamiento y una remuneración por ser hincha.
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