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Marianita Guzmán, la única periodista venezolana acreditada para cubrir al Barcelona

Martes, 24 de mayo de 2022 a las 08:00 am
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Venezuela, que se caracteriza por sus bellas mujeres repletas de infinito intelecto; ahora empieza a obsequiarle al mundo con mucha más potencia, todo este inmenso talento. Lo que narro a priori, que podría parecer un frecuente cliché; está descrito muy bien en Cataluña, y se llama: Mariana Guzmán.

Caraqueña de pura cepa, periodista con ranking y tan venezolana como la arepa; se internacionaliza ahora en Barcelona para llevar desde los palcos de prensa, las incidencias de un equipo culé que la albergó como esa hija predilecta que aún se maravilla en cada jornada.

Múltiples factores se conjugaron, para que nuestra bandera ondeara en el Camp Nou, con un periodismo élite que plasmó la base de su talento y ese trabajo de hormiga que labra la insistencia, en una labor que no se detiene; apoyada en la paciencia y con un techo que derriba constantemente: porque la meta está presente, y es jamás detenerse en cada reto del porvenir.

Hace calor en Barcelona, el verano está cerca; el polvo del Sahara se esparce y llega, pero hay que seguir trabajando en la ciudad que desde el 2015 la cautivó.

Con dos máster a cuestas, la joven comunicadora sueña despierta; porque refiere que ese es el impulso necesario para avanzar, sobre todo en un mundo varonil en el que hay que marchar con dos elementos: preparación y libertad de complejos.

El camino no ha sido fácil, y es allí donde gana valor cada pasó que efectúa “Marianita”, porque ha cosechado logros que no todo el mundo se atreve a confeccionar. Sincera, aliada de su propio destino; egresada de la Universidad Monteávila en la Gran Caracas y un auténtico orgullo nacional.

En exclusiva para 2001, nos contó mucho más…

– ¿Por qué Barcelona, por qué España? ¿Por qué la escogencia de ese destino?

Básicamente la razón por la que yo vivo en España, inició por el fútbol. Yo desde muy chiquita veía canales deportivos, veía La Liga…Y me gustó.

Venezuela hace muchos años atrás era un país más beisbolero, entonces a mí me gustó el fútbol, por alguna razón me dio siempre por ver al Barcelona, al Real Madrid, me volví aficionada al fútbol. Es decir, yo sola en una relación con los canales deportivos. Risas.

Y nada, no pude detenerme; empecé a ver el futbol español y tuve la oportunidad cuando era adolescente, de venir a España y fue como ese amor a primera vista. Ver los estadios, pasar por afuera del estadio Santiago Bernabéu en Madrid; y pasar por afuera del Camp Nou en Barcelona, y luego pude entrar, pero siempre la ilusión con España vino muy ligada al fútbol.

Y directamente cuando se me ocurrió que quería seguir estudiando y cuando me decidí en hacer un máster, España era mi primera opción, precisamente con eso, porque ya sentía una conexión.

“Barcelona y Caracas tienen muchas similitudes, tienen una dualidad poco habitual. Siento que ahora tengo dos casas”

Me gusta mucho cubrir la liga, me gusta ver a los equipos; a los más grandes por supuesto, pero también a los equipos que no tienen ese impacto a nivel de márketing.

Entonces España era como ese destino por el fútbol y en concreto por el Barcelona, porque el máster que me parecía que estaba bien y que me llamó la atención, estaba aquí en Barcelona. Y yo había venido y me gustaba la ciudad; pero ya una vez que viví aquí en el máster fue como que: «yo quiero hacer vida acá».

Barcelona tiene muchas similitudes con Caracas y entonces tú me preguntarás «¿En qué?» Pero bueno, tengo la montaña, es como El Ávila; donde también puedes subir a la montaña y tienes la playa. Que lo sé, Caracas no tiene playas; pero tienes a La Guaira allí cerquita.

Entonces al final tienes esa dualidad que no existe en todas las ciudades, donde tienes playa y tienes montaña. Evidentemente hay estaciones, pero aquí el clima es mucho más agradable que en muchas ciudades de España.

El cielo azul de Barcelona es un espectáculo… La arquitectura, además. Es una ciudad donde me siento en casa.  Y fue así desde el momento que llegué para el máster en 2015. Cada año que pasa me siento a gusto acá. Siento que ahora tengo dos casas, Caracas y Barcelona.

Mariana Guzmán: Una eterna enamorada de Barcelona…

Mariana Guzmán, aquella productora de radio y locutora venezolana para el circuito de La Mega, HOT 94.1 y en el circuito FM Center en Caracas; transformó quizás su antiguo programa “Lo Más HOT”, en el conteo de lo más esplendoroso que su propia vida le ha forjado.

La perseverancia de sus objetivos, la acompaña siempre con preparación, por eso su estadía en Barcelona no titubeó en materializar el camino que su mente construyó.

No en vano, ya son dos especializaciones en siete años: “Comunicación audiovisual y publicidad”, además de un reciente máster en “Dirección de comunicación y periodismo deportivo”. ¡Qué lujo!

Mariana Guzmán es pasión, profesionalismo, entrega y convicción. Mariana Guzmán despierta todos los días como esa turista que acaba de llegar. Sale cada mañana a conquistar, he aquí; una poderosa clave…

Es amor al futbol y amor a Barcelona… Yo de verdad, siempre lo digo: amo a esta ciudad. Sabes que la gente cuando ya está viviendo en una ciudad, se acostumbra a la ciudad.

Es decir, los parisinos se acostumbran a la Torre Eiffel porque la ven todos los días, pero a mí no me pasa eso con Barcelona, yo soy de las que mira todavía todo con ojos de turista, que todavía se maravilla por los detalles que ya deberían hacerse cotidianos para mí, pero yo sigo maravillándome con la ciudad y con la vida que tengo aquí.

Sueño cumplido estar en Barcelona y cubrir al Barcelona: El sorpresivo desenlace de un cuento paquistaní

Yo recuerdo que la primera vez que visité el Camp Nou fue como turista, y me encontré una de esas entradas revendidas; que te venden así a las afueras del estadio… Y yo dije en ese momento: “Ya va, me están robando porque me la vendieron en 20 y eso era mucho dinero”. Risas.

Me la vendió un migrante paquistaní, y yo estaba recién llegada. Pagué 20 euros y eso era para mí un patrimonio para sólo gastarlo en un partido. Risas.

El señor me dice que es una entrada costosa la que me estaba vendiendo, que costaba en realidad 200 euros. El hombre me dio la entrada igual aún con mi desconfianza, pero yo estaba completamente nueva en este país…

De inmediato me preguntaba a mis adentros: “¿Dios mío y si esto es una trampa?, ¿Y si me quedo afuera, y si lo que hizo fue quitarme los 20 euros?” «Ay Dios mío esta entrada no va a pasar los controles de seguridad, voy a hacer el ridículo, está va a ser la novatada de mi vida»… Se repetía una y otra vez, Marianita; tras esa inesperada y anecdótica faena entre foráneos.

Pero cuando entré al control donde tienes que pasar la entrada, la que yo tenía era de verdad una entrada muy cara… Era un partido de Champions, no podía creer que estaba allí y que estaba en un asiento tan costoso.

“¡Algún día lo voy a lograr! Eso a mí no se me olvida”

Fue maravilloso, aquel día pasé por la parte de prensa y yo: Wow, algún día entraré a esa parte de prensa, le tomé fotos… Y dije: “¡Algún día lo voy a lograr!” A mí eso no se me olvida nunca, cuando dije que algún día estaría allí como prensa.

Y cuando voy, me sigue pasando igual… Es lo mismo que me pasa con la ciudad de Barcelona, que no lo doy por sentado. No doy por sentado que ahora estoy entrando como prensa, sabes; ya es muy rutinario. Y es mi rutina, con dos o tres veces que es lo que puede jugar el Barcelona en casa, y para mí no lo supero aún.

Yo cada vez que veía a Messi, decía: “yo voy a aprovechar ver a Messi, porque esto algún día se va a acabar”, y acabó incluso más pronto de lo que todos hubiésemos querido. Es como que: “¿La gente no se está dando cuenta que estamos viendo a Leo Messi?” Yo le voy a contar a mis nietos en algún momento que vi a Leo Messi. Yo sigo valorando muchísimo estar allí en el estadio.

“Comencé cubriendo al Espanyol”

Yo comencé cubriendo al Espanyol de Barcelona, hay que decirlo; el Espanyol fue el equipo que me dio la oportunidad, y posteriormente fue que empecé a cubrir al Barca…Y el Barcelona es evidentemente el equipo que todos quieren cubrir, tanto en Cataluña, como en el resto de España.

Bueno, nos tomó un trabajo de hormiga, de ir, de presentarme, de presentar al medio. Cuando finalmente lo logré, y pude entra como periodista a las ruedas de prensa, que vez el backing donde toda la vida viste a los técnicos dando las declaraciones. Dije: “No lo puedo creer, me muero, estoy aquí”… Risas.

Es un sueño para mí, y lo agradezco cada día que voy al estadio, es una felicidad y no se me escapa. No me pasa de sentirlo como un día más. Soy la más emocionada.

Muchas veces cuando ya entras a la dinámica de periodista no te estás tomando fotos en el estadio porque se ve como que muy fans. Pero hay momentos en los que digo: “Yo me quiero tomar fotos porque yo quiero recordar esto”…

Me dicen: «Ya tienes años cubriendo al Barca». Y yo respondo que sí, pero que quiero guardar cada recuerdo. Porque en realidad no practico la dinámica de llegar a estar tomando fotos propias, pero esto lo quiero recordar en un futuro…

¡Lo que significó al abrirnos caminos dentro del Barcelona! Porque que no es sencillo cubrir al Barcelona, o al Real Madrid. Hay que insistir.

“En Venezuela todo el mundo es tu pana, en Barcelona fue un reto lograr la empatía; la cultura es distinta”

En Venezuela yo trabajaba en radio y allá en Venezuela todo el mundo es tu pana, hay mucha vibra hasta para saludar a todo el mundo.

En Cataluña la cultura es distinta, es diferente en este sentido; la gente piensa que el español es una gran unidad y no, dependiendo de la región cambian muchísimo.

Acá hablan catalán, hay otra manera de relacionarte y de socializar. Entonces es hasta un reto lograr esa empatía, lograr ese trato con personas a las que no vas a llegar con tanto amor o con un beso.

Eso acá no existe, Cataluña es muy particular, hasta en la parte cómo te integras; para crear un vínculo sin romper esos límites y esos códigos que tiene esta sociedad en particular.

“Te pasas el interruptor al salir de Venezuela”

Y ese cambio con respecto a Venezuela no lo das por sentado sino hasta que te vas, hasta que lo vives afuera y es como pasarse el interruptor en las maneras de sociabilizar y en las maneras de hacer contacto para abrirte un espacio.

Es ese equilibrio, y creo que le pasa mucho a los migrantes, de adaptarte, pero no quiero perder mi esencia, es decir, mi acento lo mantengo pero mucho.

La gente me pregunta: “¿Caramba que tiempo tienes aquí, porque hablas como que si te acabaras de bajar del avión? Es que suenas súper venezolana”…

Claro, es que soy súper venezolana; ¿Cómo voy a sonar? Risas.

“Mi acento es mi identidad, es algo que siempre quiero mantener”

Es que fíjate, hay personas que van incorporando palabras y eso no entra en mí… Para mí, mi acento es mi identidad y eso es algo que siempre quiero mantener.

Yo me puedo adaptar, hay cosas en las que entiendo que debo entrar en un sistema distinto, pero lo que soy yo, eso no lo quiero cambiar porque al final puedo vivir en cualquier otro lugar durante 2.000 años pero al final siempre voy a ser venezolana y al final quiero ser conocida como tal… No quiero hacerme pasar por algo diferente a lo que realmente soy.

– ¿Qué nuevos proyectos tiene Mariana Guzmán?

Esa es una muy buena pregunta… Para mí este camino del deporte ha sido apasionante, me ha hecho muy feliz. Es un sueño cumplido y quiero seguir en esto, pero ahora lo que viene es una parte distinta al periodismo como tal.

Estoy creando una agencia de comunicación para deportistas, de la mano del también periodista Diego Mengual del medio Conexión Deportiva. Estamos creando este proyecto, juntos.

Yo acabo de terminar un máster en Dirección de Comunicación enfocado directamente al deporte, a gestionar el deporte o al deportista mejor dicho, para trabajar toda la parte humana y de comunicación.

Es algo que me apasiona mucho, estamos en el nacimiento de este proyecto. Ya tenemos a algunas personas que no las puedo decir por ahora, pero luego lo podré comentar.

Ya estamos involucrados y este es el próximo paso, de una cara ya no tan periodística sino más empresarial. Pero siempre vinculado directamente a lo mío que es la comunicación en sus diferentes ámbitos.

– ¿Cuál es el techo de Mariana Guzmán?

Mira, yo intento no tener techo. Uno pasa por momentos en los cuales se hace creer que tiene un techo…

¿A qué me refiero? Bueno, es como cuando uno dice: “Quiero cubrir al Barcelona”, pero te responden que “Eso es algo que quieren hacerlo todos, y todas las que viven aquí, que son catalanes y que ya hablan catalán”.

Muchas veces con esas palabras quizás, se adquiere un techo que te colocan otras personas… Pero creo que una de las cosas que te va dando la madurez y la misma experiencia de migrar, que si bien tiene cosas muy satisfactorias, por supuesto que es un proceso duro; porque estás desarraigado.

Y vas desarrollando madurez y fortaleza a medida que vas caminando y haces lo que te propones y lo que quieres, sin importar esos techos que te quieren imponer por ser extranjera o por ser mujer; o por lo que sea que las personas te quieran etiquetar en algo… Entonces no me quiero poner un techo.

Siempre intento apagar las voces que me dicen: “No puedo”

Obviamente uno siempre en el fondo y en sus adentros tiene esa vocecita que siempre te dice: “Estás aspirando a demasiado”. Bueno, yo intento siempre apagar esas voces que me dicen “no puedo”, y trabajar.

Por encima del talento está el trabajo… Por ejemplo en el fútbol, tú puedes ser el más talentoso, pero si no entrenas, si no te cuidas y si no haces una buena dieta; no vas a llegar a nada.

Puedes ser el mejor actor, pero todo requiere de mucha disciplina y de mucho trabajo. Yo quiero seguir trabajando, soy una apasionada de esto.

«Uno tiene derecho a renacer profesionalmente muchas veces«»

Yo pasé de ser locutora, a trabajar en el ámbito del entretenimiento, y a trabajar en la producción de una emisora adulta. Yo creo que todos tenemos y debemos tener esos renaceres profesionales.

Como personas, siempre estamos cambiando; y no tenemos que mudarnos de país para reinventarnos, uno constantemente se está renovando.

Es como este pensamiento que dice: “No se baña un hombre en el mismo río dos veces, porque no es ya ni el mismo hombre ni el mismo río”… Siempre estamos cambiando.

Entonces al final no quiero ponerme un techo, quiero siempre renovarme, reinventarme y crecer y hacer algo que de verdad me gusta. Y pudiera parecer un cliché, pero la mejor manera de ser feliz, es hacer lo que a uno le gusta. Nada de techos, y si me pongo mis propios techos, yo misma los intento derribar.

– ¿Cuál es el reto más complicado en el que te ha tocado estar?

Todo ha sido un reto, desde lo más micro; hasta lo más grande. Desde que empecé en radio, y dije: “Quiero ser locutora”… Y me dijeron… “Es que quien hace locución son los que salen en televisión, y son las misses las que salen en televisión”.

Es decir, es un poco de los techos que te quieren imponer y de los que te venía hablando. Entonces bueno, mi reto fue ser locutora.

Y luego cuando fui gerente. Y allí me decían: “¿Pero cómo vas a ser gerente de una estación si tienes 26 años? Eres demasiado chamita”. Después me dije: “Quiero empezar a trabajar en este nuevo campo”, y vino el reto de estar acreditada en el Barcelona. Han sido retos tras otros…

Uno continuamente está superando retos y en esos momentos me han parecido súper complicados y al final se trata de continuar avanzando. No te sabría decir sobre un reto en específico, creo que han sido una consecución de retos.

Esta es una carrera de obstáculos… Y la gente piensa que la vida es una carrera de quién llega primero o de velocidad, pero la vida se trata de superar obstáculos y de llegar entero.

– ¿Vuelves a Venezuela en el plano laboral? ¿En algún momento?

Con el tema de dirigir la comunicación de periodistas, siempre está muy vinculado el deportista venezolano, independientemente de dónde haga vida.

Uno de mis mayores proyectos, que es algo que quiero concretar y que lo quiero tener de la mano precisamente con esta agencia, es un proyecto social.

Al final yo creo que es importante como sociedad, como profesionales; que miremos qué podemos aportar nosotros. Uno de mis objetivos es precisamente desarrollar alguna organización, o trabajarla.

Tengo que ver cómo le doy vida, pero precisamente que sea dentro del deporte. Y no solamente que sea dirigido a hombres o a niños… Porque uno ve esos proyectos con niños y son maravillosos, pero también hay niñas que también tienen el derecho a ser futbolistas; o que tienen el derecho a tener esas aspiraciones de deportistas.

Proyecto social en puertas: Escolarizar a través del deporte

Sería básicamente escolarizar a los niños a través del deporte. Y más que altruismo, es una especie de responsabilidad que todos tenemos como profesionales; de devolver algo.

Porque uno tiene conocimientos y uno se forma, pero “¿Pero cuál es el sentido de lo que haces?” Hay que aportar a la sociedad de la que somos parte.

Entonces a mí, que me apasiona mucho el tema de la niñez, el tema del estudio; el tema de escolarizar… Creo que sería óptimo poder juntar estos dos elementos y obviamente, el país que tengo en mente para este proyecto: Es Venezuela. Es mi país, y mi país siempre va a estar. Es de donde soy; y es lo que soy.

– ¿Siente que Barcelona se dio por mero destino caprichoso y casual?… O ¿Este presente de Mariana Guzmán forma parte de una construcción que usted misma fuiste edificando?

Sinceramente, un poco de las dos, yo me mentalicé mucho; conocí a mi esposo que también es venezolano por cierto, y me casé aquí. Entonces digamos que todo el universo confabuló.

Es mucha casualidad que yo haya conocido a un venezolano en Barcelona y que terminemos casados. Eso es el universo poniendo de su parte y contribuyendo a la causa. Risas.

Estuve aquí en Barcelona, fui a Venezuela; después estuve en México y después volví a Barcelona. El sube y baja de la vida me ha traído de vuelta aquí.

– ¿Qué sueño siente que le falta por cumplir a Mariana Guzmán?

Tengo el proyecto en mente, que quiero hacer y desarrollar… Pero otro de mis objetivos es escribir un libro.

Siempre tengo esa idea de qué voy a escribir, y ese ha sido un sueño desde chiquita. Y he repasado un montón de ideas.

Sobre una biografía, deportes… De mujeres. No he logrado definir de qué voy a escribir. No he dado con el tema, pero deambula; está cerca, pero no termina de llegar. Risas.

– ¿Qué fue de la Mariana Guzmán, niña?… ¿Fue el periodismo su meta, o fue una convicción que surgió ya cuando fue haciéndose más grande?

Lo mío con la comunicación fue desde muy chiquitica. Yo era de verdad la propia niña fastidiosa, yo agarraba el frasco de un champú y hacía entrevistas.

Yo agarraba mis cuadernos del colegio y hacía entrevistas a los políticos, se me ocurrían preguntas; me grababa en un cassette, yo era y soy aún una obsesionada de esto.

Yo creo que al final por ser así es que meto tanto en las cosas, porque siempre era como que voy a ser periodista, jugaba a ser reportero, otro día era animadora, otro día era locutora.

Siempre, desde que tengo usos de razón, he tenido siempre mucha fiebre por la comunicación y sabía que me iba a dedicar a esto. Me metía en esa mundo jugaba a ser cantante. Risas.

– ¿Cuál es la clave de Mariana Guzmán, según su perspectiva; para adentrarse y sobresalir en un mundo del periodismo deportivo o futbolístico, donde habitan muy pocas mujeres?

La clave es trabajar por no tener complejos, ya hay mucha evolución en el camino, hay muchas mujeres maravillosas, además muchas venezolanas que ha hecho un trabajo muy grande.

Hay que prepararse mucho, y la preparación es clave para no tener complejos para no tener complejos de ningún tipo. Socialmente las mujeres han estado separadas del deporte, históricamente.

Incluso mi trabajo final del máster habla de eso, de la relación con las mujeres en el deporte. Porque en principio las mujeres han estado apartadas de todo lo que fuera la actividad deportiva y luego fuera también de todo lo que es el disfrute del deporte.

Entonces la idea es romper todo ese paradigma, queda un arduo camino por recorrer, pero sí se ha avanzado muchísimo. Hay que ir siempre sin complejos y con preparación.

– Existen múltiples experiencias de lo que ha significado la migración para muchos venezolanos. ¿Fue para ti un camino migratorio arduo, o se te fueron abriendo las puertas en un trayecto donde tu indudable talento marcó pauta?

Migrar es complicado… Porque luego te encuentras también con muchos venezolanos en el exterior que son también muy talentosos, que son médicos o que son odontólogos; y que muchas veces no se les abren las puertas por muchas razones.

Migrar, como todo en la vida, tiene sus pros y sus contras. Yo me siento muy feliz de estar aquí, amo Barcelona; soy muy feliz cubriendo al Barcelona. Pero estás lejos de tu familia y estás lejos de tu idiosincrasia y nunca te das cuenta de lo tan venezolano que eres, hasta que sales de Venezuela.

Tus palabras, la comida, la actitud… Son demasiadas cosas distintas las que te marcan. No es un proceso sencillo, de hecho yo diría que no es un proceso para todo el mundo.

Yo recuerdo una época en la que siempre le preguntaban a todo el mundo: “¿Y tú cuándo te vas?” Como si todo el mundo tuviera que irse. Y yo decía: “Pero, es que esto no es para todo el mundo”. Son muchas cosas.

Parecía que había que irse sí o sí. Este es un camino muy personal y migrar tiene sus cosas… El que migra tiene que vivir muchas situaciones, y el que se queda también. Nada es tan color de rosa.

Hay obstáculos y hay muchas luchas… Yo tengo mucho respeto por las personas que migraron, tengo mucho respeto por la comunidad venezolana que es una comunidad profundamente trabajadora.

Y lo veo aquí… Tú ves a venezolanos en cualquier trabajo y conoces su trayectoria y es una persona que por encima de todo, viene con ganas de trabajar, y eso me parece súper increíble de los venezolanos.

«En Instagram todo es lindo y perfecto»

Es un poco de todo, hay partes más lindas que otras. Yo me siento muy afortunada de poder tener esta experiencia. Y creo que tiene sus elementos…

Porque la gente ve en Instagram una realidad que todo es lindo y perfecto. La Sagrada Familia en Barcelona, el Empire State en Nueva York, o Miami…

Pero se viven muchas cosas que no se ven reflejadas y yo creo que ya como sociedad que migró, nos sentiremos más cómodos de hablar todo esto en unos años cuando ya estemos más establecidos.

Muchas cosas que antes no se hablaban porque se quitaron muchos tabúes… En unos años van a salir muchas historias reales de lo que es realmente migrar.

– Se dice que no somos los mismos de unos años atrás, bien sea por experiencia o por formación. ¿Qué diferencia notable resalta de aquella Mariana Guzmán del pasado, con la de ahora?

Me pasa que a veces pienso, como si habría pasado a otra vida… Yo tenía mi vida, la radio, mis dinámicas; y ahora es otra realidad completamente distinta.

En lugar de decirte lo que he cambiado, voy a decirte lo que no he cambiado; porque he cambiado tanto como persona, que Wow… Mantengo mi personalidad, de intentar siempre trabajar… Sonará muy cursi, pero soñar es otra palabra que me define; porque al final si no sueñas con que puedes lograr algo, no tienes el impulso para intentarlo.

Yo rescato entonces a esa Mariana soñadora, que a pesar de inconvenientes y obstáculos, se mantiene ahí… En algunos momentos, más silenciada que en otros, pero rescato esa voz que me invita a soñar y a pensar que se pueden hacer las cosas.

– ¿Cuál ha sido la experiencia más satisfactoria que ha vivido Mariana Guzmán?

Cubrir al Barcelona, te lo juro… Poder entrar en Champions, en Liga, en Copas del Rey. Aquí ya he vivido (como técnicos del Barcelona FC) a Valverde, Setién, Koeman, Xavi.

Tener este acceso cercano, para mí es un éxito; porque acá te acreditan partido a partido, no es un tema de tener acreditación para toda la temporada y ya me relajo, no. Tu pides una acreditación, y analizan si te la otorgan o no. Entonces es esa prueba constante de llegar de cubrir al Barca y mantenerme…

Y sobre todo con la pandemia por delante, y allí te confieso que tuve mis miedos de cómo iba a ser todo al volver. Por cuestión de los aforos… Y al volver, sólo estaba la televisión, y después cuando volví estábamos sin público, estábamos los periodistas y en realidad somos pocos para la cantidad de periodistas que hay, o para la cantidad de medios que hay.

Y dije: “Wow… volvimos, seguimos aquí”. Eso para mí ha sido lo más satisfactorio de verdad en esta nueva etapa o vida. Ha sido sin dudas algo que valoro en cada partido.

Messi te maravilla mucho más en persona y en directo

Te quedas con la boca abierta, así como en las comiquitas; lo que hacía Messi en Barcelona y lo que sigue haciendo quizás en el PSG. La velocidad que podía tener de un segundo a otro, cómo se quitaba jugadores, con habilidades… Es extraordinario.

Lo que vi, de las habilidades de Messi, es increíble. Todo lo que la gente dice, que no es humano, que es extraterrestre… Todos esos piropos que pudieran sonar ridículos y desmedidos, tienen cierta lógica.

Tiene una habilidad que no creo que haya tenido otro jugador, y una capacidad de hacer cosas con su físico; que no se ven habitualmente. El día que Messi se fue, había gente llorando como si se les hubiese ido un familiar.

Fue un día gris en Barcelona, porque el hacía al Barcelona brillar; y cuando se marchó, se notó como ya sabrás.

Él era muy feliz en Barcelona, llevaba a los niños al colegio, se bajaba literalmente a entregarlos en la escuela, iba a un restaurante de la playa; se sentaba a comer allí como cualquier otra persona… Y aquí se respetaba eso.

Él estaba feliz, era su vida idónea. Su familia estaba feliz aquí y todo luego se truncó por el tema económico. Se dice que pueda volver para una temporada más.

Messi no tuvo una despedida digna como se lo merecía, salió por una puerta muy chiquita y eso hizo todo el proceso más doloroso. En Francia han tenido la osadía de abuchear a Messi, la prensa lo posiciona muy mal; además.

Es Mariana Guzmán, sólida; verdadera, sentimental, centrada y sin tapujos. Con el anhelo de ir por más, Con el afán de dejar atrás un pasado que le enriqueció; pero sin olvidar por un instante de dónde viene.

Aunque lo más importante, radica en cada amanecer; porque allí se repite en sus adentros: hacia dónde va.

Actualmente protagoniza el Podcast «ADN Barca» y brinda cobertura del club azulgrana desde el Camp Nou, para el medio Conexión Deportiva junto a Diego Mengual; un logro que atesora porque representa ese privilegio que pocos logran concretar.

Venezuela, se muestra con orgullo; ante semejante representante. Una mujer que deslastró los estereotipos para dictar presencia en donde se observa la inscripción: ¡Más que un Club! Gloria al Bravo Pueblo, por Mariana; que es inspiración.

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