Croacia y Marruecos abrieron la cuarta fecha en el Mundial de Catar 2022 con un empate sin goles en el estadio Al Bayt, el recinto donde se celebró el partido inaugural entre Qatar y Ecuador.
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En un partido muy pobre en propuesta futbolística, el ataque balcánico se encontró siempre con el portero Bono, muy seguro en cada balón aéreo, férreo en cada golpeo de Luka Modric.
El volante del Real Madrid no pudo comandar a la actual subcampeona del mundo al triunfo, e incluso vio como en alguna que otra ocasión de Youssef En-Nesyri Marruecos se atrevía a asomar la cabeza.
En los últimos 10 minutos del partido es cuando más hubo una propuesta clara de Croacia, pero fue más por la vía aérea de su central Gvardiol con cada pase que Modric servía al corazón del área.
Faltando 10 minutos entró Majer por Kovacic, pero ni con su llegada encontraron más claridad en sus transiciones.
En Marruecos las cabalgadas de EZ Abde representaron una amenaza latente, aunque tanto Lovren como Gvardiol estuvieron atentos.
El jugador de Osasuna apeló a su vértigo y a su desequilibrio para poder incomodar en cada contra. Su influencia en tres cuartos de cancha supone una amenaza, pero al menos este miércoles no lo hizo pagar cuando entró.
Croacia y Marruecos: estrategia y miedo
Fue un partido espeso, de mucho más miedo a tomar riesgos.
Solo al término de los primeros 45 minutos Nikola Vlasic cabeceó en área chica un centro de Borna Sosa. El remate fue despejado a duras penas por Bono.
Así, ambas selecciones arrancan sin hacerse daño en el Grupo F, a la espera de que jueguen Bélgica y Canadá.
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