Tuvieron qué pasar 33 largos años para que el Nápoli se alzara con los más alto del Scudetto en la Serie A de Italia, y vaya que lo han logrado: Los del sur, son los nuevos campeones del fútbol azzurri; una gesta que hace recordar inevitablemente a los inolvisables tiempos maradonianos.
Así, El Nápoles es ya el merecido el merecido monarca en el país de la bota, y lo consigue por tercera vez en su historia, la primera hazaña sin el mítico argentino Diego Armando Maradona.
Este es un hito que cobra mucho más relevancia si se tiene en cuenta la histórica brecha que separa el norte y el sur de Italia.
Pues, se convierte este título en una victoria que trasciende enormemente lo futbolístico, y que trepa hasta la escala social.
Italia es un país radicalmente dividido: Las diferencias entre el norte y el sur son más que palpables.
Todos los italianos son conscientes de ello hasta el punto de que hay hasta cierto recelo entre unos y otros.
La riqueza se queda en el norte, mientras que la pobreza se ceba con el sur. Es como si fueran dos países diferentes. O al menos eso dicta el país europeo.
Una muestra clara de ello es el PIB o lo que llaman el producto Interno bruto per cápita, según datos del Eurostat de 2019.
La brecha incluso va disminuyendo progresivamente desde la zona del norte hasta la parte final de la silueta italiana, pero la pugna aún continúa en la actualidad.
En concreto, en la región de Nápoles, es una de las que posee un menor PIB per cápita, con poco más de 20.000 euros anuales:
Un dato que contrasta radicalmente con el anterior ganador de la Serie A, el Milan, cuya renta media anual de la ciudad es de más de 55.000 euros.
Por eso la victoria de los pupilos de Luciano Spalletti va mucho más allá de los futbolístico. Cabe destacar que Spalletti se ha convertido en el DT más longevo en ser campeón de la Serie A, y de qué forma lo ha hecho.
Esta es pues, una victoria social; la del pobre sur contra el todopoderoso norte italiano. Es la victoria del pequeño contra el grande, es la de David contra Goliat.
Y el fútbol ha sido, una vez más, el hilo conductor de una historia con final feliz.
Esta brecha ha afectado históricamente, de manera inevitable, al propio fútbol.
En los últimos 20 años, tres equipos se habían repartido todo el protagonismo en el campeonato doméstico italiano.
Inter, Juventus y Milan habían levantado de manera alterna el trofeo.
Y en el presente siglo, solo la Lazio y la Roma -ambos equipos de Roma, considerada como centro italiano-, en 2000 y 2001, respectivamente, evitaron la hegemonía total del norte con Juventus, Milan e Inter.
Es más, en toda la historia de la Serie A, solo el Cagliari en los 70 y el Nápoles de Maradona habían llevado el ‘Scudetto’ al sur.
Esta será la cuarta vez que el premio viaje por debajo de Roma, la capital.
Y esto ha sido algo que se ha notado a lo largo de este año en la ciudad sureña.
Poco a poco, cuando la distancia del Nápoles sobre el segundo era algo más que una simple racha, cuando se atisbó que era más complicado echarlo todo a perder que vencer, la superstición que siempre ha reinado en Nápoles fue dejando espacio, sin desaparecer nunca por completo, a un color azul que, si ya formaba parte de la ciudad, acabó por inundar todo recoveco posible.
Los vecinos, más hermanados que nunca, fueron entrelazando en sus balcones plásticos azules y blancos para colorear la urbe, y en las estrechas calles de los Barrios Españoles, el corazón de la ciudad, fueron apareciendo camisetas, máscaras, tartas y figuras homenaje a un equipo que pasará a la historia.
Todos pusieron su grano de arena para vestir de gala a una ciudad a la que ahora le toca disfrutar de una fiesta a la altura de la gesta.
El ‘Scudetto’ volverá al sur 33 años después de que Maradona lo consiguiera allá por 1990. Lo logró también en 1987. Dos hazañas que le elevaron al nivel de un Dios.
Esta vez la heroica ha sido posible gracias a la fuerza de un grupo que, eso sí, ha estado liderado por Kvaratskhelia y Osimhen, los herederos del astro argentino al que nadie se plantea sustituir.
Este es un ‘Scudetto’ especial. Es el primero del siglo XXI que trasciende lo propiamente futbolístico.
Es el ‘Scudetto’ de una ciudad volcada con su equipo y que le ha plantado cara al norte. Una ciudad a la que le gustaría seguir soñando viva siempre.
Cuatro campeones distintos en las últimas cuatro temporadas:
La Serie A tuvo cuatro campeones distintos en las últimas 4 temporadas:
Y esta además la única de las cinco grandes ligas de Europa en conseguirlo..
1. Juventus 2019-2020
2. Inter 2020-2021
3. Milan 2021-2022
4. Napoli 2022-2023
Máximas glorias para el delantero africano Victor Osimhen en la Serie A:
Victor Osimhen es nada más y nada menos que el delantero y goleador de esta Serie A con 22 tantos durante toda la temporada…
Tiene 24 años y ya superó al recordado camerunés Samuel Eto’o como el africano con más tantos en una misma campaña.
Su historia, posee un tinte particular: su madre falleció cuando tenía 6 años, mientras que su padre perdió el trabajo tres meses después.
En su niñez, el nacido en Nigeria en 1998 tuvo que trabajar como vendedor ambulante: pues, tal como él mismo relata, "Era la única esperanza para dar una vida digna a mi familia".
Para jugar fútbol, buscaba botines en la basura; por lo que al conseguir algunos zapatos de su talla, no le quedaba más remedio que usar una marca en un pie y una completamente distinta en el otro.
Napoli se atrevió y lo compró por 60 millones de euros, desde el Lille francés…
En 2021 sufrió fracturas en el rostro por un codazo rival frente al Inter de Milán, y debido a este terrible accidente, reconstruyeron su cara con seis placas y 18 tornillos de titanio.
Desde ese momento utiliza una máscara de protección, misma careta que le acompañará por el resto de su carrera… Merecido campeón, porque el fútbol y la vida siempre te dan revancha.
Análisis previo Con información de Agencias
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