Argentina logró un triunfo vital en sus aspiraciones de mantenerse en la Copa del Mundo ante México 2-0. La Albiceleste logró reponerse en el segundo tiempo en el estadio Lusail con dos golazos de Leo Messi y Enzo Fernández que le permiten depender de sí misma.
Fue un partido áspero y muy gris en el primer tiempo. México trataba de imponer su ritmo con el fútbol de Andrés Guardado, y con alguna contra que Hirving Lozano llegó a cazar, pero entre el miedo a perder de ambos equipos y la falta de ideas se vio un primer tramo bastante aburrido.
Argentina no tenía fútbol. No fue el mejor partido de Rodrigo De Paul, errático en cada entrega, impreciso en el traslado, inoperante ante la presión que el "Tri" le ejercía.
Messi y Di María no estaban finos, Lautaro luchaba como un lobo solitario ante los centrales manitos, y la poca fluidez de balón llevó al inevitable 0-0 al descanso.
Segundo tiempo: Messi y Enzo Fernández le dan oxígeno a la Argentina
Tras la reanudación, Argentina pudo encontrar el camino gracias a que Lionel Scaloni agitó el banquillo y dio ingreso al futbolista que más creatividad tiene para sacarlo de apuros ante la falta de fútbol: Enzo Fernández.
El mediocampista fue el torbellino que necesitaba Argentina. Organizó más las líneas, puso pausa y buscó a los atacantes con la claridad que le caracteriza.
Y claro, también permitió que Lionel Messi sacara toda su categoría para marcar un golazo: al 64′ apareció el astro del fútbol mundial para mandarle un zapatazo de zurda a Guillermo Ochoa que desató las lágrimas de Pablo Aimar en el banquillo Ché.
Argentina encontró la calma que le faltó en el primer tiempo y con el 1-0 llevó el control, y sentenció a pocos minutos del final: un corner en corto fue dejado por Messi a Enzo Fernández, quien en el área manita recortó y de derecha la puso en la escuadra para sentenciar las acciones.
Un triunfo balsámico que relaja a Argentina, aunque ahora deberá jugársela con Polonia en la última fecha. Es el desahogo de una nación y de un Messi que sigue en carrera.
Como dato adicional hay que agregar que con ese gol, Messi llegó a ocho tantos en las Copas del Mundo tras 21 partidos. Los mismos que Maradona en la misma cantidad. Solo lo supera Gabriel Batistuta con 10.
Y el Mundial aún no se acaba.
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