La actriz Dennys Hernández, recordada por su icónico personaje de La Malandra Elizabeth, ha confesado finalmente su experiencia en su paso por la televisión. En una entrevista con Luis Olavarrieta, la comediante venezolana reveló los abusos, humillaciones y tragedias personales que marcaron su carrera.
Su popular personaje nació en El Show de López, pero su permanencia fue corta ya que según cuenta, no quiso mantener relaciones sexuales con un director a cambio de conservar su trabajo.
"Me dieron las llaves de un apartamento en la playa y me dijeron: ‘Te vas con él o te boto’. Les dije que me botaran. Y me botaron.”
El relato de Dennys es tan impactante como real. Fue apartada del programa por no ceder ante el chantaje sexual. Pero su talento no pasó desapercibido. Guillermo “Fantástico” González la rescató, dándole una nueva oportunidad en ¿Cuánto Vale el Show?, donde su personaje se volvió fenómeno nacional.
Sin embargo, la línea entre la actriz y el personaje se desdibujó peligrosamente. El público comenzó a odiar a Dennys por la dureza de Elizabeth, al punto de responsabilizarla, injustamente por la muerte de su hijo.
"Recibí una carta anónima burlándose de la muerte de mi hijo. Decía que Dios me había castigado por lo mala que era en televisión. ¿Qué clase de monstruo escribe eso?”
El dolor fue tan profundo que consideró no volver nunca más a la televisión. Solo lo hizo porque su hijo era fanático del programa y creía en su talento.
Durante años vivió con una condición física severa tras un accidente, hasta que una operación en Italia le devolvió el movimiento. Lo más fuerte de su experiencia fue estar lejos de su hijo cuando murió.
"Escuché el disparo. Bajé como pude las escaleras, arrastrándome, y lo encontré ya sin vida.”
Entre el dolor, Dennys encontró consuelo en la fe y en la música. Escribió un disco completo de canciones inspiracionales, muchas de ellas nacidas en la cama donde pasó más de una década sin poder caminar.
"Yo no regresé para buscar fama. Regresé para que la gente vea que se puede salir del infierno, si no vendes tu alma.”
Hoy, la mujer detrás de La Malandra Elizabeth sigue de pie, fuerte, y con un mensaje claro: ni el acoso, ni el odio, ni la desgracia son impedimento para seguir adelante.
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