El delicado estado de salud de Thomas Markle, padre de la Duquesa de Sussex, Meghan Markle, dio un giro dramático esta semana. El hombre de 81 años tuvo que someterse a una cirugía de emergencia en Filipinas que resultó en la amputación de su pierna izquierda por debajo de la rodilla.
La intervención fue catalogada como una medida de "vida o muerte" debido a un grave problema circulatorio que ponía en riesgo su vida.
La salud del padre de la duquesa de Sussex
Los problemas de salud del padre de Meghan Markle comenzaron tras la formación de un coágulo sanguíneo que interrumpió la circulación en su extremidad inferior. Según informes médicos, el pie del señor Markle pasó del color azul al negro, signo evidente de necrosis (muerte del tejido).
Los especialistas en Cebú determinaron que era imperativo amputar el pie y la parte inferior de la pierna izquierda para evitar el avance de una gangrena o una potencialmente fatal sepsis (infección generalizada). Tras la compleja intervención, Thomas Markle fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde su estado se mantiene bajo observación debido a su avanzada edad y su delicado historial médico, que incluye dos infartos y un derrame cerebral.
Cabe destacar, que el problema médico se produce en medio de un conocido distanciamiento entre Thomas y la Duquesa de Sussex, que data de antes de su boda real en 2018.
Sin embargo, fuentes cercanas a la familia indican que la esposa del príncipe Harry se comunicó con su padre inmediatamente después de la cirugía. Este gesto de apoyo representa un posible acercamiento después de años de conflicto, coincidiendo con el estreno de un especial navideño de la Duquesa, en un momento de alta visibilidad mediática.
Thomas Markle permanece hospitalizado mientras su hijo, Thomas Markle Jr., se encarga de su cuidado en Filipinas, esperando una pronta recuperación de esta extrema intervención.
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