Un líder de una secta en Kenia fue acusado de homicidio tras descubrirse 430 cadáveres de personas que murieron por ayuno impuesto.
La Fiscalía del país africano acusó de homicidio involuntario a Paul Mackenzie, quien presuntamente habría persuadido a las personas a hacer ayuno hasta morir para encontrarse con Jesucristo.
La corte de Mombasa, al sur del país, demoró más de cuatro horas en leer uno a uno los 238 cargos por el crimen. También fueron acusados otras 94 personas, algunos de los cuales enfrentan cargos por terrorismo.
Medios locales señalaron que los sospechosos y su líder se declararon inocentes. Las autoridades planean acusar a Mackenzie y sus cómplices de tortura y agresiones contra niños en febrero.
La masacre
El líder keniano sería el responsable de la conocida Masacre de Shakahola, en referencia al bosque del condado de Kilifi donde se encontraron los cuerpos. Los cadáveres estaban en fosas comunes y tumbas.
Esta masacre fue descubierta a mediados de 2023 y, según las reseñas de medios locales, entre los cuerpos había niños.
El líder convenció a los seguidores de su iglesia a ayunar con la promesa de que así encontraían a Jesucristo.
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Las autopsias realizadas luego de los hallazgos demostraron que algunos cuerpos tenían signos de estrangulación y asfixia. Todos los cadáveres presentaron evidencia de inanición.
Las investigaciones apuntan a que los fieles fueron forzados a hacer el ayuno aunque muchos quisieron abandonarlo.
Mackenzie fue arrestado en abril del año pasado y permanece detenido junto con casi 30 personas, también acusadas del crimen.
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