El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, se presenta por primera vez como candidato a la Presidencia del Gobierno español tras su trayectoria en la política.
Natural de una pequeña aldea ourensana de Os Peares, Núñez Feijóo llegó a la política gallega a sus 30 años.
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En la Administración gallega, pasó de secretario técnico a secretario general y luego se trasladó a Madrid de la mano de José María Aznar, para ocupar el cargo en la secretaría general de Asistencia Sanitaria y presidente del Insalud.
De 1992 a 1996 estuvo al frente del Servizo Galego de Saúde, pero Feijóo atrapó la atención de todos no por su labor sino por una foto con el narcotraficante Marcial Dorado que data de 1995.
En esa época se produjeron las primeras redadas de la Operación Nécora contra los capos de la droga, entre ellos Dorado. Precisamente, Feijóo reconoció en estas últimas semanas que sabía que "era contrabandista cuando le conoció, aunque no narcotraficante".
El candidato popular también presidió la empresa pública de Correos durante tres años, hasta que volvió a la Xunta, ocupando a los 42 años el puesto de consejero.
Su llegada al PP
En el año 2005, Manuel Fraga ganó las elecciones pero se quedó fuera del gobierno por un pacto de coalición entre el PSOE gallego y el BNG, por lo que dejó el partido. Esto propulsó la carrera política de Feijóo.
Después de ganar las primarias del PP de Galicia, Feijóo se puso al frente de la Xunta en 2009 tras la primera de sus cuatro mayorías absolutas en la autonomía gallega.
Desde hace un año, lo eligieron para rescatar al partido y ahora le toca el final del 23-J, que determinará su futuro al frente del PP.
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Mayoría absoluta, coalición o batacazo
El mejor resultado, aunque poco probable según las encuestas, es la mayoría absoluta.
En este sentido, Feijóo lograría su quinta mayoría absoluta y esta vez en unas elecciones generales. "Ensalzaría lo que ha pedido, por activa y por pasiva, en las elecciones del 28-M: no tener que depender de nadie. Además, consolidaría su liderazgo al frente del partido en este mandato y de cara al próximo".
El Partido Popular quiere imponer un mínimo de escaños con el que, a su juicio, no tendría que depender de Vox–entre los 150 y los 160–, lo cierto es que la última palabra saldría de las negociaciones con la extrema derecha.
En el caso de que Santiago Abascal sea su vicepresidente, el mandato de Feijóo empezará ya con mal pie, al convertirse en el primer presidente del PP en formar coalición, y no con un predecible Ciudadanos, sino con la extrema derecha. E
El batacazo electoral podría ser la última carta. Perder las elecciones frente al PSOE, pero también pasa por ganar las elecciones y no alcanzar la mayoría absoluta ni pactando con Vox.
Esto es lo que más puede temer en estos momentos el candidato, ya que, si se hace realidad esa hipótesis, su liderazgo al frente del PP estaría comprometido a partir del 24 de julio.
El domingo está en juego el futuro político de España y también el de Feijóo.
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Con información de Marta Moreno.
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