La isla de Santorini, uno de los destinos turísticos más importantes de Grecia, continúa temblando este domingo, con nuevos sismos que mantienen en vilo a la población y complican aún más la ya crítica situación.
En la madrugada de este 9 de febrero, se registraron dos nuevos temblores ambos con una de magnitud de 4,1 en la escala de Richter. Estos sismos se suman a los más de 600 temblores registrados desde el 24 de enero en la zona marítima entre las islas de Santorini y Amorgos.
Aunque el terremoto más fuerte registrado en días recientes alcanzó una magnitud de 5,2 la persistencia de la actividad sísmica y la posibilidad de un evento de mayor magnitud mantienen a las autoridades en alerta máxima
Más de 11.000 personas han abandonado la isla en los últimos días, utilizando tanto ferris como vuelos adicionales organizados por las autoridades griegas. Sin embargo, las tareas de evacuación se vieron complicadas el miércoles debido a los fuertes vientos que impidieron la salida de los transbordadores.
¿Qué medidas se han tomado?
El gobierno griego ha extendido el estado de emergencia en Santorini hasta el 3 de marzo, con el fin de "hacer frente a las necesidades urgentes y gestionar las consecuencias". Se han desplegado equipos de emergencia y rescate, y se han implementado medidas preventivas como la suspensión de clases y la restricción del acceso a zonas de riesgo.
Santorini, ubicada cerca del límite de las placas tectónicas africana y euroasiática, experimenta actividad sísmica con frecuencia, pero rara vez con esta intensidad y duración. Los expertos continúan monitoreando la situación de cerca, aunque aún no pueden estimar cuándo cesará esta actividad sísmica.
Mientras tanto, la población de Santorini y la comunidad internacional permanecen atentas al desarrollo de esta crisis sísmica en una de las islas más emblemáticas de Grecia.
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