Los ciudadanos de Texas llevan cuatro días con fallas eléctricas mientras viven una ola de calor, a causa del huracán Beryl, que ha dejado damnificados y millones en daños de infraestructura.
Las principales problemáticas son por los alimentos, el gas y atención médica, luego de que Beryl azotara la costa del Golfo, donde muchos habitantes de la zona se refugian en casas aledañas que todavía cuentan con electricidad.
Hasta el momento se han contado 11 muertos entre Texas y Luisiana, pero muchas familias no se pueden permitir dejar sus casas, a pesar de que han perdido sus alimentos y las tiendas siguen cerradas, por lo que han tenido que enviar ayudas para las zonas más vulnerables.
Los ciudadanos han intentado enfriar sus casas con generadores pero se ha presentado la preocupación de morir por intoxicación por monóxido de carbono, pues hasta ahora han muerto por esta causa y los bomberos han recibido cientos de llamadas por casos similares.
El calor está aumentando desde 32 grados Celsius hasta 41 grados en algunas zonas, aumentando las emergencias médicas relacionadas con las temperaturas, escenario difícil de tratar con tantas fallas eléctricas.
La prioridad de la ayuda alimentaria que ha llegado es distribuida prioritariamente a los ancianatos y hospitales, pues algunos de estos corren riesgo de hacinamiento, así que las autoridades decidieron organizar camas extras en un estadio deportivo techado.
El efecto de Beryl ha dejado a más de 2 millones de clientes de CenterPoint Energy, principal empresa de servicio eléctrico de la ciudad, sin el servicio desde el lunes, pero hasta este miércoles por la noche la compañía ha restablecido la electricidad a 1 millón de hogares.
De igual manera, los clientes afiliados a este servicio, existe una gran molestia ante CenterPoint, pues los afectados alegan que la empresa debió haber estado más preparada para afrontar a Beryl.
En redes sociales se viralizó el arte callejero (graffiti) en modo de protesta que dice "Centerpointle$$" junto con miles de críticas hacia el servicio y su tardanza en resolver las fallas eléctricas de la zona.
Un ejecutivo de la compañía dijo que nunca habían visto un incidente de tal magnitud y lo catalogó como el apagón más grande de su historia, pues tras el huracán Ike habían hecho sólidos progresos pero por ser trabajos más complejos esta vez, llevarían más tiempo.
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