El 21 de diciembre, en una maniobra en Cerro Muriano, en Córdoba, España, murieron dos militares.
Carlos León Rico, un soldado de 24 años de El Viso del Alcor (Sevilla), llevaba peso extra en su mochila cuando entró en una balsa de agua.
Durante esta maniobra de instrucción ocurrió el accidente.
El portal web El Mundo confirmó a través del abogado Luis Romero, representante de la familia de la víctima, que el líder de la maniobra decidió que unos veinte soldados llevaran peso adicional en sus mochilas.
Esta decisión buscaba aumentar la dificultad del ejercicio, ya que los resultados de pruebas anteriores no habían sido satisfactorios.
Carlos León Rico se había unido recientemente al Ejército y estaba en fase de instrucción.
El segundo fallecido, el cabo Miguel Ángel Jiménez, tenía experiencia.
Había participado en misiones en Líbano y Letonia y había recibido condecoraciones por su dedicación en esos lugares.
Se cree que el cabo Miguel Ángel Jiménez entró al agua al notar que había soldados en problemas y murió al tratar de rescatar al soldado.
Otros dos militares también necesitaron atención por hipotermia y síntomas de ahogamiento, pero sobrevivieron gracias a la ayuda de sus compañeros.
Ahora, la Justicia debe determinar si la decisión de los líderes de las maniobras fue arbitraria y peligrosa o si ocurrió alguna complicación inesperada.
Actualmente, el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba dirige la investigación, pero el Ejército tiene sus propios tribunales de Justicia.
Un Juzgado Togado Militar en Sevilla, España ya solicitó asumir las diligencias.
Asimismo, la Fiscalía ya expresó su apoyo a que la jurisdicción militar asuma la investigación.
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Los ejercicios en Cerro Muriano para unos 60 militares comenzaron alrededor de las 6 de la mañana.
La incursión en la balsa de agua ocurrió alrededor de las 9, cuando ya había luz del día, en uno de los días más fríos del año en estas instalaciones militares.
Según la reconstrucción de los hechos, durante la maniobra no se habían previsto equipos sanitarios de emergencia, no había ambulancia y tampoco se disponía de una línea de vida, un sistema de cuerdas y enganches que se usa en ejercicios de alto riesgo para salvar vidas en caso de accidente.
Luis Romero, el abogado que representa a la familia de Carlos León Rico, presentó una denuncia contra el capitán responsable de las maniobras y sus tres superiores inmediatos.
El Ejército de Tierra retiró al capitán del mando tan pronto como se conocieron los hechos.
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) informó que la maniobra ocurrió alrededor de las 9.00 horas, con una temperatura muy baja-
Esto, al mismo tiempo que se realizaba un ejercicio de paso de cursos de agua con equipo completo en el embalse.
Los militares recién incorporados al Centro de Formación participaban en las maniobras.
El objetivo era entrenarlos en entornos ambientales específicos.
La ATME solicitó información sobre si había ambulancia, médico o personal sanitario en general en el momento del accidente.
Por último, la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, visitó las instalaciones de Cerro Muriano días después del accidente.
Pidió a los líderes del Ejército que colaboren con la Justicia y aclaren todos los detalles de lo ocurrido, con la "máxima transparencia".
Afirmó: "Si ha habido errores, se tienen que saber; se lo debemos al cabo, al soldado, y a sus familias".
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