El funeral de Charlie Kirk, el activista conservador asesinado hace 11 días, se ha convertido en un masivo acto de homenaje que reúne a la cúpula del Partido Republicano.
La ceremonia se lleva a cabo este domingo en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona, a partir de las 11:00 a.m. hora local.
Una lista de oradores fue confirmada por Turning Point USA, la organización que Kirk fundó. El presidente Donald Trump y el vicepresidente J. D. Vance encabezan el programa.
Último adiós de Charlie Kirk
Se espera que el homenaje póstumo a Charlie Kirk congregue a más de 100.000 personas en Glendale, Arizona, deseosas de dar el último adiós a su líder.
Con la presencia de figuras de alto perfil y un despliegue de seguridad sin precedentes, el evento trascendió lo personal para convertirse en un mensaje político.
Para asistir al funeral, denominado "Construyendo un legado: recordando a Charlie Kirk", los asistentes, que tuvieron que registrarse previamente en línea, colmaron las 73.000 localidades del estadio y los 20.000 asientos adicionales habilitados en una cancha de hockey cercana.
La organización instó a los participantes a no llevar flores o regalos, sugiriendo en su lugar donaciones a la causa. La vestimenta recomendada era la "mejor gala de domingo", preferentemente en los colores de la bandera estadounidense.
Además, esta completamente prohibido la entrada de bolsos al estadio y se establecieron controles en todos los accesos.
Toman medidas de máxima seguridad para el funeral de Kirk
La magnitud del evento obligó a las autoridades a activar un dispositivo de seguridad de alto nivel.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) le otorgó la máxima calificación, un estatus reservado para la Super Bowl. Esta precaución no fue en vano, ya que, días antes de la ceremonia, un hombre armado fue arrestado en el estadio tras hacerse pasar por un agente del orden.
El Servicio Secreto confirmó que el individuo de 42 años fue detenido antes de que se estableciera el perímetro de seguridad. Este incidente aumentó la tensión en una ciudad ya de por sí bajo el foco mediático, con el Servicio Secreto evaluando "varias amenazas de credibilidad dudosa".
El homenaje se vio realzado por la presencia de importantes figuras de la política estadounidense. El expresidente Donald Trump y el vicepresidente J. D. Vance pronunciaron discursos, junto a la viuda de Kirk, Erika, el secretario de Estado, Marco Rubio, y el locutor Tucker Carlson.
La Casa Blanca confirmó que una delegación de dos aviones, llenos de personal de alto nivel, acompañaría a Trump, lo que, según la portavoz Karoline Leavitt, demostraba el aprecio que se le tenía a Kirk en los círculos gubernamentales.
El futuro de un movimiento
Mientras la multitud procesaba la pérdida de su líder, la organización que él fundó, Turning Point USA, ya planeaba su siguiente capítulo.
Erika Kirk, su viuda, asumió de forma unánime el cargo de directora ejecutiva con la promesa de hacer de TPUSA "la organización más grande nunca vista en Estados Unidos".
El movimiento vio un crecimiento exponencial desde el fallecimiento de Kirk, con millones de nuevos seguidores en redes sociales y más de 60.000 solicitudes de estudiantes universitarios interesados en unirse a la causa.
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