El director de 2001, Juan Ernesto Páez Pumar, entrevistó a Yorelis Acosta, psicóloga clínico y social, para abordar el tema de las malas noticias y su repercusión en la salud mental de las personas, entre otros temas conexos.
La psicóloga se refiere a las redes sociales como punto de partida debido a que estas abren un abanico de noticias en esta era de nuevas tecnologías de la comunicación e información.
Acosta expone que antes se conocía una parte en cuanto a las diversas realidades humanas y ahora el fenómeno de la inmediatez permite explorar en otros espacios.
Necesidad con dos caras
Sobre la incidencia de las redes sociales en las personas, la especialista asegura que estos elementos forman parte de la vida, lo cual cataloga de “maravilloso”, pero que también tiene otra cara que no es tan buena y que se debe manejar cuando se trata de noticias negativas.
Subraya que las redes sociales están vinculadas a la salud mental y esto afecta la tranquilidad, lo cual puede propiciar un sesgo cognitivo negativo.
“Esa tendencia de nuestro pensamiento a quedarse enganchado en lo malo que sucede y quitarle importancia a lo positivo. Incluso, en un día te puede pasar algo maravilloso y te pasa algo malo y lo malo se va a quedar en la mente y lo vas a recordar. Esto se llama sesgo cognitivo hacia lo negativo”, expresó Yorelis Acosta.
Las malas noticias: más consumidas
En este sentido, la psicóloga afirma que un evento negativo tiene un efecto mayor que lo positivo ante el consumo de información.
Resalta que “no tenemos una prensa equilibrada” y, en consecuencia, “no tenemos un pensamiento equilibrado”.
“Les digo a las personas que procuren tener un pensamiento equilibrado. Así como consumimos información negativa hagamos el esfuerzo de buscar también cosas buenas y maravillosas en esa misma magnitud que puedan estar ocurriendo en el mundo”, sugirió.
“Lo malo deja una huella mayor de lo que te deja lo positivo. Por cada cosa mala que tú consumas tendríamos que ir consumiendo tres noticias buenas o eventos positivos para que tu vida tenga un día equilibrado”, sumó la experta.
Nuevas patologías y malas noticias
Desde el aspecto psicológico, Acosta explica que hay nuevas patologías y adicciones que en estos momentos se van moviendo con los tiempos.
“Por ejemplo, las adicciones a las redes sociales y al teléfono. Hay todo un abanico de nuevas enfermedades que se están abriendo en los jóvenes y que los padres están sufriendo muchísimo porque no saben cómo enfrentar y cómo poner esos límites que no tuvieron que ponernos a nosotros como generación”, señaló la especialista.
Por otra parte, cita la pandemia como un momento en el que las personas tuvieron cambios emocionales frente a situaciones que sucedían, pero que eran ignoradas.
“Nos toca estos dos años de encierro donde todo el mundo se movió emocionalmente, donde los síntomas de algunas enfermedades se hicieron más intensos y no hubo remedio. Así como los médicos se vieron retados por el día a día de cómo respondían a un virus que desconocían, también emocionalmente aparecieron cosas donde no teníamos la respuesta en ese momento y es por eso que vivimos mayor aumento de la violencia intrafamiliar, peleas entre hermanos, cosas que estaban sucediendo”, aseguró la psicóloga.
Una nueva generación
Yorelis Acosta sostiene que en estos momentos hay menos contención de lo que antes eran marcos normativos y que también existen nuevas patologías muy intensas.
“Ahora cuando tú le dices a un joven ‘vaya a acostarse’ se va a su cuarto, pero se va a otro mundo a conectarse desde el teléfono o desde la computadora y también allí hay una reflexión para los padres que no hicieron las cosas del todo bien porque no hay límites”, puntualizó.
“Los límites actuales son menores. Antes la palabra del papá, de la institución, de la maestra, incluso de la familia como contención y la Iglesia, se ha estudiado que ya no son instituciones firmes que puedan generar contención en esta generación más joven”, añadió Acosta.
Efectos de las malas noticias
La experta considera que en Venezuela hay menos sensibilidad frente a las noticias negativas. Por ello, cree que los ciudadanos deben cuidarse emocionalmente.
“Por eso tú puedes menospreciar o quitarle valor a las cosas muy buenas que están sucediendo. Si tu estado emocional es negativo, si estás con esa brújula hacia lo negativo, por supuesto es lo que tú vas a consumir. Incluso, estamos tan acostumbrados a un contexto de violencia que cuando nos pasa algo bueno tú dices ‘eso debe ser suerte’ o ‘qué raro me estoy sintiendo’”, dijo.
A tal efecto, reflexiona que cuando se habla de salud mental se le resta importancia a este tema. Según la psicóloga, la salud mental y el estado emocional son los lentes con los que se ve al mundo. Acota que “nosotros estamos socialmente lesionados”.
“Cuando hablamos de la reeducación emocional es porque las personas tienen que conectarse nuevamente con las emociones positivas y disfrutarlas. Estamos acostumbrados al menosprecio, al cansancio y hoy día estamos muy agotados emocionalmente y físicamente”, aseveró.
La especialista también consideró que las pausas y descansos son necesarios. Recomendó a las personas descansar el cuerpo y la mente para poder tener una visión equilibrada del mundo.
Aquí tienes la entrevista completa
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