El pueblo de El Consejo nace a la luz en el mismo año en que fue elevada Venezuela como capitanía general de la República.
Después de un proceso de cinco años en el cual declaran los testigos y se afinan las diligencias, inspecciones, solicitudes y hasta oposiciones, un 24 de enero de 1777, monseñor Mariano Martí, como señoría ilustrísima decide erigir en parroquia el pueblo de Nuestra Señora del Buen Consejo del Mamón.
Hoy arriba al ducentésimo cuadragésimo séptimo aniversario de su fundación, motivo para rememorar el pueblo de ayer, el que está allí, aquel que recordamos.
La sensación bucólica de El Consejo
No puede ser otro. Es El Consejo de los agradables amaneceres familiares, alegre por íntimo. Estampado en aquellas imágenes que parecen grabadas en la infancia para cobrar mayor intensidad en la nostalgia, con los años.
Es el pueblo de vida apacible donde todos nos conocemos y respetábamos y compartimos las alegrías y tristezas, donde los valores de su gente se encuentran a la vuelta de la esquina, donde la hospitalidad de sus lugareños es la carta de presentación.
Así es El Consejo que hoy a 247 años de su fundación celebramos jubilosos.
Una tradición bicentenaria
Ese es el pueblo que siguen levantando hombres y mujeres que hoy son fieles exponentes del gentilicio local y nacional, su legado es la más noble de las lecciones, porque trabajan con un único propósito darnos identidad de pueblo, son ellos heroísmo y grandeza, su recompensa es el amor de un pueblo, auguramos que sigan naciendo hombres con estas virtudes para el pueblo de mañana, con voluntad de hacer el bien, con interés de proyectar los valores humanos tan valiosos que tiene El Consejo, que los rostros de su gente no sean indiferentes a nadie, que la juventud crezca confiada porque tiene una genética histórica donde están afianzadas sus raíces.
Pero para que esto se siga concretando necesitamos un hospital para nuestro pueblo con una adecuada sala de parto que sea de utilidad para que nuestras parturientas de la localidad puedan seguir tejiendo el gentilicio consejeño.
La penurias de las embarazadas de El Consejo
Desde hace muchos años nuestras embarazadas deben acudir a los nosocomios cercanos a la jurisdicción para traer a sus hijos al mundo, trayendo como consecuencia consejeños por adopción.
Por lo tanto, es justo y necesario que se sumen esfuerzo para la creación de una maternidad para El Consejo capital del municipio José Rafael Revenga.
Anhelamos la inauguración de sala de maternidad que cuenta con una estructura moderna, que posea una sala de espera con recepción, dos consultorios médicos, un área de control y suministro, sala de pre parto, área de cuidados neonatales, área de enfermería, sala de post parto, sala de parto para atender a dos parturientas, las cuales posean cuna e incubadora, un área de cuarto de filtro, cuarto médico, área de faena, además de contar con sistema de control contra incendio.
La dotación óptima
Asimismo, que el espacio cuente con una incubadora de traslado, un cerco cuna, 6 camas clínicas, 3 camas ginecológicas, 2 camas de parto, ecografía, aspiradora y todo lo necesario para atender un parto natural.
Es hora de recuperar nuestro gentilicio, una maternidad para El Consejo representaría un sueño cumplido para Revenga: “no se justifica que nuestras mujeres tengan que dar a luz en otro municipio, adoptar otro gentilicio que no sea el consejeño o Revenguista.
Pido humildemente a Dios que llegue el día en que podemos decir que recuperamos nuestro gentilicio, y que a partir de ese momento todos los primeros de enero gritemos ha nacido un “consejeño”.
Muy respetuosamente recurro al presidente de La República Bolivariana de Venezuela, a la Gobernadora del Estado Aragua, al Alcalde del municipio Revenga, a la autoridad única de salud del estado Aragua, a la viceministra de Hospitales, y al personal médico que conforma el Sistema Público Nacional de Salud (SPNS), como equipo sumen esfuerzos para que El Consejo recupere su gentilicio. Sería una obra aplaudida por todos sin distingo de credo, ideología o raza social.
Su construcción y operatividad reafirmará el compromiso social y colectivo, además garantizará el bienestar de los ciudadanos.
Albergo la esperanza para el siglo y medio de su fundación en que podamos decir: “tenemos nuevos consejeños por nacimiento”.
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