En Venezuela, en el año 2016, el Ejecutivo Nacional decretó el Estado de Excepción Económica.
La medida fue ratificada por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, a causa de la crisis económica que embargaba a los venezolanos y que se agudizó por la pandemia.
Muchas familias se vieron en la obligación de separarse de la convivencia en común y emigrar fuera de nuestro territorio, en la búsqueda de otros horizontes que les permitiera cubrir sus necesidades básicas y económicas.
El padre ausente es una realidad venezolana
Estos hechos han sido devastadores para miles de venezolanos; sin embargo, el tema de la emigración no puede ser excusa para que el padre o la madre estén ausentes o abandonen a sus hijos.
La crianza requiere del cariño, el afecto, el acercamiento y la manutención, que es un deber de sus progenitores; con el fin de contribuir en el crecimiento y desarrollo personal de los hijos.
Es importante señalar que un padre ausente es sinónimo de abandono y conlleva a que el niño se afecte psicológicamente; incluso con los padres que se encuentran dentro del territorio nacional y que no cumplen con sus deberes y tampoco con un acercamiento físico.
Cuando llama la conciencia
Luego, se ha demostrado que con el tiempo se les remueve la conciencia y deciden demandar ante los Tribunales de Instancias para buscar la forma de ver a sus hijos mediante el Tribunal.
En muchos casos cometen errores al momento de acudir ante los Tribunales de Instancia, ya que para que exista un acercamiento se requiere que no sea de forma brusca o forzosa, puesto que todo lo que es obligado no funciona y puede haber un impacto en el niño, pues no está preparado desde el punto de vista psicológico, moral, familiar y social.
La recomendación para ese padre ausente es establecer un primer contacto con la madre (acuerdo extrajudicial), si no existe un diálogo que conlleve a un entendimiento.
Seguidamente, puede demandar ante un Tribunal de Protección de Niños, solicitando el régimen de convivencia supervisado por un equipo multidisciplinario en el lugar donde asigne el Tribunal.
Arreglos ante el padre ausente
Los profesionales que lo integran son personas con experiencia, que pueden servir como mediadores para que exista el acercamiento paso a paso, hasta que el niño con el tiempo tolere al padre y lo acepte.
Claro está, siempre se recomienda cumplir previamente con la obligación de manutención; es decir, que el papá no puede pretender, luego de estar ausente durante muchos años en la vida de su hijo, demandar por custodia compartida para que el niño pernote una semana con él, ya que eso es inaceptable.
El niño no está preparado para ser arrebatado de forma inmediata del habitad familiar, social y moral donde se encontraba.
Lo saludable y legal es el régimen de convivencia y no la custodia compartida.
@VestaliaTovarM / Abogada constitucionalista
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