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La política venezolana: otra visión de la realidad

Viernes, 01 de julio de 2022 a las 04:22 pm
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Hay varios tipos de políticos y de líderes, están los que tienen principios y no tienen ideas, los que tienen ideas pero no tienen principios, y hay de los que no tienen ninguna de las dos

¿Entonces qué hacemos? Es por eso que hoy la sociedad busca algo diferente y eso es lo que clama la mayoría silenciosa, la aparición de aquellos que tienen principios y también ideas.

Dice un viejo adagio qué “no por mucho madrugar amanece más temprano”, todo tiene su tiempo, y en estos tiempos de turbulencias políticas y económicas no hay que ver abajo, ni ver atrás, hay que ver sobre el horizonte, es decir, el futuro de los venezolanos.

Los políticos pareciese que siempre están pensando solo en la próxima elección, a diferencia de algunos estadistas que están pensando solo en la próxima generación, y me pregunto:

¿Cómo unimos la próxima elección y la próxima generación?

Buscar la unidad

Se puede plantear un puente de unidad dentro de la coherencia política, con el objetivo de llegar a la integración con los sectores productivos del país y así nuestros líderes podrían pensar en la recuperación económica y social del país para lograr solucionar los problemas y dar respuesta a las distintas necesidades de la gente para subsistir, y contar con salud, seguridad, trabajo, sueldo digno, educación, entre otros.

Todo o nada no es una negociación, no puede haber términos absolutos para la solución de los problemas, a veces hay que levantarse de la mesa con un sinsabor de haber dejado algo en la negociación, para que ésta avance hacia la solución de esos problemas.

La utilidad del diálogo

El diálogo debe existir siempre pero la negociación tiene que tener un objetivo que es la transición democrática, sin embargo, en esta transición deben estar incluidos todos los sectores económicos, políticos, sociales y culturales del país.

Es más fácil reunirse en Venezuela que en otro país ya que tenemos a la mano toda la capacidad y la calidad humana para solucionar la crisis y los problemas sin tener que ir muy lejos.

Hace algunos años en Macondo (Cien años de Soledad) se describió la tragedia de no aprender de nuestra historia, y aún seguimos sin aprender, van 22 años de una historia y hay quienes pretenden continuar dirigiendo con las mismas ideas y lo mismos criterios del ayer.

Cuestión de edad

Hay que tener en cuenta que se puede ser joven con ideas anacrónicas y retrasadas, así cómo se puede ser mayorsito pero con ideas revolucionarias, modernas y nuevas para lograr la solución de los problemas, el punto está es en quien lo representa, no podemos seguir juzgando los libros solamente por la carátula.

De lo que tenemos que estar conscientes es que nada puede sustituir desde el exterior los espacios para el consenso social en Venezuela, la crisis social de los venezolanos debe y tiene que solucionarse globalmente, es un camino largo, pero sí se puede.

Robert Kennedy mencionó que “el progreso es una palabra mágica y que el cambio es el motivador de ese progreso, pero que hay que tener cuidado porque el cambio tiene mucho enemigos.”

El factor cambio

Ahora bien, hablando de cambio y progreso, en la mesa de diálogo nacional, se sentaron solo algunos factores de la sociedad civil y de parte de la oposición con el Presidente de la República en Miraflores, allí solicitaron de todo, devoluciones de propiedades, revisión de los programas socio-económicos entre otros para la reactivación económica.

Pero la oposición cuestiona que en estos espacios no se represente todos los sectores y algunos que están sentados allí no saben vivir sino dentro del caos y la desesperanza.

Cuando aplicamos la “gerencia de expectativas”  observamos que se sigue actuando de la misma manera de ayer y así no se va a llegar a la meta, debido a que hay liderazgos que intentan montarse sobre ese proyecto y mantenerse en el liderazgo opositor eternamente.

La corta memoria política que padecen algunos de los radicales extremos parece ser el caramelo para embaucar a la sociedad, una sociedad que dejó de ser rebaño para pasar a exigir respuestas, una sociedad que se dio cuenta que con la participación electoral se logran los cambios que todos queremos, una sociedad que exige se le soluciones sus problemas.

El peso de las elecciones

La mayoría silenciosa se dio cuenta que con la participación electoral lograron un cambio y esto despertó una contraloría colectiva.

Pero la realidad política es otra, esa la vivo cada vez que tengo que discutir en la Asamblea Nacional leyes y defender posiciones políticas de oposición en una plenaria de 257 oficialistas y solo 20 diputados de la oposición, lo cumbre de este asunto es que se cuestiona el por qué no se logran o no se detienen proyectos como el IGTF por ejemplo.

Aplaudimos definitivamente que un sector de la oposición radical ha decidido saltar del abstencionismo a la participación para lograr a través de la vía democrática y del voto salir de esta crisis general que vivimos.

Sigo pensando que debemos formar líderes que no solo piensen en las próximas elecciones sino también en las próximas generaciones.

@pj_rojas1

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