@Iroq21 / Pedagogo
En el primer semestre del 2019, la Asociación Civil Con la Escuela diseñó una encuesta escolar, que pretendía retratar la situación de diferentes aspectos de la marcha educativa en las escuelas, y de sus actores fundamentales.
El instrumento se aplicó, en una muestra de planteles de educación básica, del Municipio Guaicaipuro del estado Miranda.
Como parte del estudio, convocamos al grupo de educadores, que actuarían como aplicadores de la encuesta, para presentarles el cuestionario.
Fue en esa oportunidad, cuando tuvimos el primer contacto con el término “niños dejados atrás”.
Hijos de la migración
En medio de la presentación de la encuesta, una directora de un plantel, nos preguntó acerca de, dónde registraba los hijos de los padres que emigraron, y que quedan al cuido de otras personas distintas a sus progenitores. La docente afirmaba:
"Yo tengo varios niños en esa condición. Me llamaba la atención como algunos de ellos se comportaban de manera retraída, distante e indiferente, a como se les conocía. Al preguntarles la razón me respondieron, que sus padres se habían ido a buscar trabajo en otro país, y ellos estaban con otras personas".
La denominación de Niñez dejada atrás, caracteriza aquellos hijos de personas que, abandonan el país, como parte del proceso migratorio intenso que se ha dado.
Esos niños o adolescentes, no acompañan a sus padres, se quedan al cuidado de familiares cercanos (es habitual que estén con un abuelo), o de personas amigas.
Una buena observación
A partir de la observación de la directora, tomamos la decisión de incorporar en nuestra encuesta, preguntas relativas a la presencia de escolares en esa condición.
Obtuvimos como resultado, que el 64.6% de las escuelas seleccionadas, tenían estudiantes en situación de “niños dejados atrás”.
Posteriormente a finales de ese año CECODAP (2019), informaba que en Venezuela existían al menos 966.000 niños dejados atrás (uno de cada cinco migrantes los deja).
Esto significaba aproximadamente 25 mil salones de clase.
Registros de 2022
A partir de enero de este año, Con la Escuela, aplica la Encuesta Red de Observadores Escolares, en 72 planteles en cinco regiones del país. Entre los resultados se obtuvo que, 57 planteles reportan niños dejados atrás (79.6 % de la muestra).
Los planteles públicos concentraron el 82% de los casos y los privados el 18%.
En total el 6 % de la matrícula estudiada, corresponde a niños en esa condición: son 1780 escolares en esa condición, aproximadamente 52 salones (de 34 alumnos c/u).
La mayor cantidad, en la muestra de escuelas, se encontró en el Municipio Libertador del Distrito Capital, con 1.039, y el estado Apure con 273 casos, respectivamente.
El resto se distribuyen en otros cuatro estados.
Consecuencias en el desarrollo
La situación de los niños dejados atrás, va mucho más allá de los efectos iniciales, que tiene sobre ellos la ausencia de los padres. Ausencia que puede llegar a ser, de varios años.
Es muy probable que se afecten hábitos sociales, desarrollo cognitivo, crecimiento, relaciones afectivas, rendimiento escolar, aprendizajes, conductas disruptivas, y equidad en el trato.
Sabemos de algunos planteles, donde se atiende con interés y profesionalismo a los menores en esta situación, pero se carece de mayor información sobre lo que hacen la mayoría de las instituciones escolares, para ayudar a estos menores.
Por eso, es necesario conocer la magnitud del problema, como primer paso, para abordar sus consecuencias, y prevenirlas.
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