La venta de medicamentos debe estar reguladas debido a los riesgos que puede suponer para la salud de quien los consuma, es por ello que en Venezuela existen varias normas que regulan la producción, distribución y venta de medicinas.
Lo primero que se debe recordar es que en Venezuela una de las garantías fundamentales es el derecho a la salud, por ende, cualquier cosa que vulnere este derecho puede tratarse como un delito.
En este sentido, se debe recalcar que el artículo 1 del Reglamento de la Ley del Ejercicio de la Farmacia en Venezuela establece que los establecimientos farmacéuticos son los únicos lugares donde se pueden vender medicamentos, con excepción de los expendios autorizados por la Oficina Central de Sanidad Nacional.
Además, si se consulta la Ley de Medicamentos se puede determinar que la misma se estableció con el propósito de regular la promoción y publicidad de los medicamentos que tienen registro sanitario en el país, así como garantizar que los medicamentos se usen de forma adecuada y fortalecer la responsabilidad de los sectores relacionados con estas actividades.
Todas las normativas relacionadas con el sector farmacéutico buscan prevenir que los venezolanos adquieran medicamentos alterados o que no cuenten con los debidos controles sanitarios con lo que puedan poner en riesgo su salud y su vida.
¿Cómo legalizar medicamentos en Venezuela?
Dicho esto, para legalizar un medicamento y poder venderlo en las distintas farmacias del país se debe cumplir una serie de requisitos:
1. Se debe realizar la solicitud de registro sanitario ante el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria (SACS), este es un organismo adscrito a la Contraloría Sanitaria que se encarga de registrar y controlar los productos de salud, cosméticos, alimenticios y otros.
2. Debe demostrar que el producto cuenta con estudios químicos previos a través de un laboratorio certificado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS).
3. El producto debe cumplir con los requisitos establecidos por el MPPS y tener impresos los siguientes datos: número del permiso, nombre del principio activo, forma farmacéutica, concentración, número de lote, fechas de elaboración y vencimiento, y número del registro sanitario del país de origen.
En cuanto a medicamentos producidos en otros países, cuyos nombres e instructivos están rotulados en idiomas distintos al español, la responsabilidad de cualquier inconveniente recae en los responsables de las farmacias y en las autoridades municipales o regionales que promovieron la venta del mismo.
Esto se debe a que los medicamentos, tanto importados como producidos en el país, antes de ser dispensados deben ser registrados en el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) y cumplir con todos los requisitos, recordando que entre esos requerimientos está que los rótulos o prospectos también tengan sus indicaciones en español.
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