Clases de piano, de inglés… Incluso hay algún temerario que se animó a dar clases de natación online. Los cursos y formaciones por Internet están de moda porque es una forma de ganar dinero beneficiosa para las dos partes, tanto para los venezolanos que generan un ingreso en las comunidades como para el alumnado que los consume.
En los próximos párrafos veremos algunas herramientas clave disponibles en Venezuela que permiten estructurar, formular y poner en línea un curso. Como un plus, enseñaremos a usar un traductor de videos para poder vender la formación más allá de las fronteras del idioma.
Armar una estructura pensando en el usuario
Los primeros aliados para empezar un curso propio no son ni las aplicaciones sofisticadas ni la inteligencia artificial. Es suficiente con un lápiz y un papel para empezar a trazar el recorrido que harán los alumnos al transformarse de novatos a expertos.
Es crucial dedicar un momento a ponerse en sus zapatos para dar con los pasos y las temáticas centrales que no pueden faltar en el curso. Una vez finalizado este análisis, se puede empezar a pensar en su soporte y métodos de grabación.
Elegir una plataforma adecuada para alojar tu curso
El paso siguiente es decidir cuál es la plataforma que se ajusta mejor al curso. Por ejemplo, una persona que piensa hacer algo masivo, para ayudar a una comunidad, puede usar Udemy, una plataforma con una curva de aprendizaje suave pero una estructura de precios empinada.
Aquellos que disfruten de grabar videos y estén buscando una estructura simple para el curso, pueden usar Skillshare, una herramienta especial para creativos. Si no hay tiempo para marketing, Teachable y Simplero incorporan automatizaciones para dar a conocer las novedades.
La lista sigue, pero estas son algunas de las plataformas más comunes. No te quedes solo con nuestra palabra, sal a buscar cuál es la más conveniente para tí y asegúrate de leer las condiciones de servicio en Venezuela, ya que algunas apps pueden estar bloqueadas. Además, si tu público está en el país, es bueno buscar un método de pago que permita cobrar en bolívares antes que en dólares.
Grabarse y explicarlo de forma simple, sin jergas
Es posible que la forma más rápida de que los alumnos aprendan es haciendo que el curso sea en video. Las personas que no se sientan cómodas con una grabación de cuerpo completo, pueden usar aplicaciones como Loom y OBS que permiten grabar la pantalla, con la cara en una pequeña ventanita. Esto, además, es opcional. Por lo tanto, a la hora de grabar el curso es posible estar con ropa de andar por casa. No hace falta ponerse una chaqueta americana ni vestir elegante.
Lenguaje simple, concreto y fácil de traducir
Es común que los profesionales hablen de los problemas que resuelven como si estuvieran en un simposio lleno de colegas. La realidad es que cuando se da un curso se está tratando con personas que no están especializadas en el mismo tema, sino no lo harían. Eso quiere decir que que necesitan algunas explicaciones adicionales.
Es decir, se nutren con ejemplos, definiciones y casos prácticos de ese problema que el curso resuelve. Sin embargo, en su lugar muchas personas insisten con alimentar a sus alumnos a base de jerga y tecnicismos.
Además, el lenguaje simple también tiene otro beneficio: es más fácil de traducir. Así, usando un traductor de videos como HappyScribe se puede hacer páginas de venta en otros idiomas, colocar subtítulos y venderlo a personas de otras nacionalidades fuera de Venezuela.
Subir el curso a la plataforma y venderlo a un precio justo
Una vez que ya están hechas todas las grabaciones y los exámenes listos para presentarlos al alumnado, es hora de subir el curso a la plataforma y empezar a venderlo a las personas interesadas a través de distintos canales de adquisición. Antes, habrá que pensar un precio que sea asequible para el alumnado, pero tampoco demasiado barato, ya que puede que de esa manera no resulte rentable.
Si tienes una comunidad de personas interesadas en tu marca personal y en el problema que resuelves, estás de suerte. Es probable que solamente ofertando tu curso en los canales habituales (redes, Discord, Telegram o email marketing), puedas conseguir unas cuantas ventas desde el principio.
En el caso de que no tengas una comunidad propia, como nos pasa a la mayoría de los mortales, deberás apoyarte en las publicidad en redes y en las recomendaciones de otros. Asegúrate de hacer posteos y dar a conocer tu curso en todos los foros, eventos y conversaciones que se crucen en tu camino. Nunca sabes a quién le puede interesar eso que tienes para ofrecer en tu curso.
Testimonios
Finalmente, una vez que algunos alumnos hayan terminado el curso, es útil recolectar su opinión. Esto no solamente sirve para mejorar las partes que puedan haber estado más flojas, sino para publicar testimonios que ayuden a vender nuevamente el curso.
Incluso, es una forma de detectar necesidades para hacer otras formaciones. Por ejemplo, si alguien manifiesta que el curso le sirvió para aprender a redactar noticias pero que le gustaría escribir un libro de no-ficción, eso puede inspirar al autor del curso a pensar en hacer una formación para escritores de esa temática. En lo que refiere a cursos, no hay censura ni límites.
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