El Trastorno por Déficit de atención e hiperactividad (Tdah) es una de las condiciones neurobiológicas más comunes en la infancia que puede impactar significativamente el desarrollo académico, social y emocional.
Este trastorno tiene causas complejas que no se atribuyen a una única razón, ya que se produce por factores genéticos, funcionamiento cerebral o factores ambientales.
Normalmente, si es por genética es posible que haya antecedentes de este trastorno en la familia, esto sugiere que algunos genes influyen en la forma en que el cerebro procesa la información y regula la atención, el impulso y la actividad.
Investigaciones que ha hecho Saber UCV ha demostrado que en Maracaibo, estado Zulia, encontró una prevalencia del 10.15% en niños de 3 a 13 años, con predominio del subtipo combinado y mayor frecuencia en el sexo masculino.
También ha demostrado que el cerebro de los niños con el Tdah presenta diferencias en áreas como la atención, planificación y la inhibición de la conducta, según investigaciones de Child Mind Institute.
Esto debido a un desequilibrio en los neurotransmisores como la dopamina y norepinefrina, las cuales son esenciales para la comunicación entre las neuronas.
El estudio explica que aunque en menor medida, los factores ambientales pueden aumentar el riesgo, estos incluyen la exposición a toxinas como el plomo o durante el embarazo el consumo de alcohol por parte de la madre.
Es fundamental entender que el Tdah no es el resultado de una mala crianza o falta de disciplina, es una condición con bases biológicas claras.
¿Cómo mejorar este trastorno?
Aparte de que requiere atención médica y un enfoque multimodal, también es necesario que combine diversas estrategias para apoyar al niño en todos el ámbito de su vida:
El primer paso es una evaluación realizada por un equipo de especialistas como psiquiatra infantil, neurólogo o psicólogo para así tener un diagnóstico preciso.
Entrenamientos para padres, hay programas que los capacitan para manejar técnicas de manejo conductual, aprender rutinas claras, usar refuerzos positivos, pero sobre todo mantener la calma y dar un buen ejemplo.
La actividad física es un gran liberador de energía y ayuda a mejorar la concentración, reducir la impulsividad y aliviar el estrés, puede servir inscribirlo en alguna academia de deporte.
Apoyo y compresión
Mejorar el déficit de atención en los niños es un camino que requiere paciencia, compresión y un trabajo colaborativo entre padres, educadores y profesionales de la salud.
Con un diagnóstico temprano y un plan de intervención adecuado, el niño con Tdah pueden desarrollar sus fortalezas, aprender a manejar sus desafíos y alcanzar su máximo potencial.
Visite nuestra sección Servicios
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube