El conocido derecho de frente es una obligación municipal que su nombre real es "Impuesto por Inmueble Urbano", el cual es un pago anual que permite el uso y disfrute del área.
Cada municipio establece su propio método de recaudación, lo que significa que las normativas pueden variar de una localidad a otra.
En la mayoría de los casos, este impuesto se clasifica como anual, aunque es común que se permita su fraccionamiento en cuotas trimestrales, las cuales deben ser pagadas en los primeros meses de cada trimestre.
¿Qué es el derecho de frente?
Fabiola Solis, abogada, explicó que la recaudación del derecho de frente, llamado legalmente como impuesto por inmueble urbano, ayuda a las alcaldías a financiar el mantenimiento de los espacios públicos que se encuentran frente a los inmuebles.
Los organismos municipales utilizan estos recursos para asegurar el buen estado de las áreas adyacentes a las propiedades, incluyendo el alumbrado público, las calzadas, las aceras y la vía pública.
De esta manera, el pago del impuesto por parte de los propietarios les otorga el derecho de exigir a la alcaldía el cumplimiento de su obligación de mantener estas zonas.
La correcta recaudación del impuesto es, por tanto, fundamental para garantizar el mantenimiento y las reparaciones necesarias de estos espacios.
Derecho de frente no significa ser propietario de la calle
Solis destacó que a menudo existe una confusión respecto al significado del "derecho de frente".
Muchas personas creen erróneamente que el pago de este impuesto otorga la propiedad del espacio frente al inmueble. Sin embargo, el espacio, o frente, es de uso común para todos los ciudadanos.
"La documentación de propiedad lo confirma: el frente no forma parte del inmueble, sino que actúa como lindero", comentó.
El pago del impuesto no confiere derechos adicionales sobre la propiedad del espacio en sí; simplemente permite el uso y disfrute del área. Además, es considerado un bien común de la sociedad.
¿Cuáles son las obligaciones de los propietarios?
Cancelar este tributo es obligatorio, debido a que recae sobre todos los propietarios de inmuebles. Cada propietario debería verificar el cálculo proporcional al valor de su inmueble y realizar el pago al inicio de cada año o al comienzo de cualquiera de los cuatro trimestres.
No obstante, la jurista expresó que una práctica común es esperar hasta que se produzca una negociación inmobiliaria, como una compraventa, donde la solvencia del derecho de frente se convierte en un requisito fundamental.
Esta situación, a menudo, resulta en que muchas personas acumulen el monto del impuesto por inmueble urbano junto con los intereses por mora, lo que puede llevar a complicaciones financieras.
De tal manera, la experta recalca que es crucial fomentar un cambio de mentalidad, por lo que se insta a los propietarios a cancelar de manera anual y puntual el impuesto correspondiente a sus propiedades.
Esto no solo evita problemas financieros, sino que también contribuye al bienestar de la comunidad al asegurar que los espacios públicos estén bien mantenidos.
¿Cómo se cancela?
El pago del derecho de frente se realiza a través de las alcaldías municipales, que son las entidades encargadas de la recaudación de este impuesto.
Al no pagar a tiempo, se generarán intereses moratorios sobre la deuda, lo que incrementará el monto total a pagar.
Además, la alcaldía puede imponer multas por el incumplimiento de esta obligación tributaria, lo que también aumentará la carga financiera del contribuyente.
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