Una familia inmigrante guatemalteca enfrenta la difícil realidad de regresar a su país tras más de diez años en Estados Unidos, donde lucharon por su caso de asilo.
Ismelda Soriano, su esposo y sus tres hijos llegaron al país en 2014, huyendo de la violencia en su tierra natal, según informó El Tiempo.
A pesar de sus esfuerzos para regularizar su situación migratoria y de haber gastado más de 50 000 dólares en el proceso, la familia recibió una orden de deportación el pasado 1 de agosto.
En dicha fecha, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) denegó su solicitud de suspensión de deportación, sin posibilidad de apelación.
Rara enfermedad
La situación se complica aún más debido a la salud de David, el hijo menor, quien nació en Estados Unidos y padece de niastemia gravis, una enfermedad crónica que afecta su sistema inmunológico.
Médicos del hospital infantil Rady en San Diego advirtieron que si David no recibe el tratamiento adecuado, su vida podría estar en peligro.
Cesar Luna, abogado de la familia, calificó la situación de "inhumana", subrayando el impacto que la deportación tendría en la salud y calidad de vida del niño.
Recrudecen las deportaciones
Este caso refleja una tendencia preocupante en el sistema migratorio de Estados Unidos, especialmente desde el segundo mandato de Donald Trump, cuando se han intensificado las deportaciones.
Un caso similar es el de Álvaro Chacón, un padre de familia detenido por ICE mientras conducía en Las Vegas.
Esto a pesar de no tener antecedentes penales y estar en proceso de obtener una visa U, destinada a víctimas de delitos. La situación de ambos casos resalta las dificultades que enfrentan muchas familias migrantes en el país.
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