Ante la promesa del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas, grupos proinmigrantes reactivaron una estrategia que se utilizó durante el anterior mandato del magnate.
La estrategia consiste en distribuir tarjetas con mensajes clave como “tienes derecho a guardar silencio” o “quiero llamar a mi abogado”. Estas tarjetas buscan educar a los inmigrantes sobre sus derechos y cómo enfrentar un posible proceso de deportación.
Arelí Hernández, de la Coalición por los Derechos Humanos del Inmigrante en Los Ángeles (CHIRLA), remarcó que los inmigrantes tienen derechos humanos y civiles que deben defender.
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Las tarjetas, disponibles en inglés y en español, advierten a quienes las porten sobre su derecho constitucional a no responder preguntas sin la presencia de un abogado; además de contactar a un abogado o una organización comunitaria para recibir ayuda.
Francisco Moreno, del Consejo de Federaciones Mexicanas en Norteamérica (COFEM), destacó que las solicitudes de estas tarjetas aumentaron considerablemente, especialmente en contextos de operativos migratorios.
Los activistas aseguran que estas simples acciones, como guardar la tarjeta junto a los documentos de identificación, pueden marcar la diferencia y evitar que los inmigrantes caigan en la desesperación frente a la amenaza de deportación.
En tal sentido, organizaciones en California, como Clérigos y Laicos Unidos por una Justicia Económica (CLUE), reviven la estrategia de "respuesta rápida", implementada durante la administración anterior.
Esta red de respuesta se enfoca en monitorear los operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y ofrecer apoyo directo a los inmigrantes, con la presencia de líderes religiosos en los lugares de detención para prevenir abusos.
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Durante su campaña, Trump declaró que su objetivo es deportar a millones de indocumentados. Según el American Immigration Council, en 2022 había aproximadamente 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.
Entre enero de 2023 y abril de 2024, otros 2.3 millones de inmigrantes fueron liberados y se encuentran en riesgo de deportación, reseñó Diario Uno.
El trabajo de los activistas en California ha sido un modelo a seguir en todo el país. Durante el primer mandato de Donald Trump, lograron frenar un buen número de deportaciones y la expulsión rápida de inmigrantes hacia la frontera.
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