Un operativo de control migratorio del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) generó alarma en Nueva Orleans, Louisiana, y en Minneapolis y St. Paul, Minnesota, luego de que agentes federales persiguieran a residentes hasta sus domicilios.
Un video obtenido por CNN muestra a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con chalecos antibalas siguiendo a una mujer hasta su casa en Marrero, un suburbio de Nueva Orleans.
Las autoridades locales y estatales han manifestado solidaridad con los residentes afectados y critican la falta de coordinación con los organismos federales, lo que ha incrementado la tensión en estas comunidades inmigrantes.
Líderes locales señalan que estas acciones han generado miedo y preocupación, incluso entre ciudadanos estadounidenses.
Nueva Orleans bajo la “Operación Catahoula Crunch”
El DHS informó que docenas de personas fueron detenidas en Nueva Orleans como parte de la operación denominada “Operación Catahoula Crunch”, aunque no precisó cifras exactas.
La polémica ley estatal que tipifica como delito interferir con las acciones federales de control migratorio continúa vigente luego de que un juez rechazara una orden de restricción temporal.
Durante una reunión del Concejo Municipal, los ciudadanos protestaron contra las detenciones, lo que derivó en disturbios y en la remoción de una persona por la policía.
Ahora, el Concejo Municipal habilitó un portal en línea para que los residentes puedan denunciar presuntos abusos o mala conducta de los agentes federales y accedan a folletos de “Conozca sus derechos”.
Impacto en Minneapolis y St. Paul
En Minnesota, el DHS informó que 12 personas fueron detenidas desde el inicio de la “Operación Metro Surge”. Las autoridades federales indicaron que se trataba de “algunos de los peores delincuentes indocumentados”, aunque no se ha publicado el número total de detenciones.
La acción generó la reacción de líderes religiosos musulmanes, judíos y cristianos, activistas comunitarios y políticos locales, quienes rechazaron la operación y manifestaron preocupación por los ataques retóricos del presidente Donald Trump hacia la población somalí.
El gobernador demócrata Tim Walz defendió a los residentes de Minnesota frente a los comentarios del presidente, que calificó al estado como un “infierno”.
Un alto funcionario del capítulo local del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR) afirmó que Trump “está atacando a su propia base que lo apoyó en las pasadas elecciones”.
El operativo en ambas ciudades refleja la tensión generada por las recientes acciones federales de control migratorio, así como la preocupación por los derechos de los residentes y la seguridad de las comunidades afectadas.
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