La reciente nominación de Marco Rubio como secretario de estado por parte del presidente electo Donald Trump ha desatado un torrente de especulaciones sobre quién lo reemplazará en el senado de los Estados Unidos.
De ser confirmado, Rubio se convertiría en el primer latino en ocupar dicho puesto, marcando un hito importante en la política estadounidense. Sin embargo, su designación también abre la puerta a una serie de posibles cambios en la representación de Florida.
¿Quiénes encabezan el listad de reemplazo?
El anuncio de Trump llegó el miércoles y ha llevado a muchos a considerar que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, podría ejercer su autoridad para nombrar al sucesor de Rubio en el senado.
De acuerdo con la información, varios nombres han emergido como candidatos viables para ocupar el cargo temporalmente hasta la celebración de una elección especial prevista para 2026.
Entre los mencionados se encuentran la vicegobernadora Jeanette Núñez, la fiscal general Ashley Moody, y el ex presidente de la Cámara de Representantes de Florida, José Oliva. Además, la representante Laurel Lee y James Uthmeier, jefe de gabinete de DeSantis, también son considerados en la lista.
Panorama político en EEUU
Curiosamente, incluso se ha mencionado a Lara Trump, nuera del expresidente, como una posible candidata. Esto subraya la amplia gama de opciones políticas que DeSantis tiene a su disposición en este crucial momento para el futuro del senado.
Por su parte, Rubio, quien ocupa su cargo actual desde 2010 y ha sido reelegido en varias ocasiones, por lo cual representa una figura influyente en el Partido Republicano. No obstante, también surgen rumores acerca de la posibilidad de que DeSantis elija autodesignarse como senador.
En tal contexto, si tomara esta inusual decisión, debería renunciar a su puesto como gobernador, permitiendo que Núñez asumiera el liderazgo temporalmente.
¿Es común la autodesignación en el país?
Este tipo de maniobras no son inéditas en la política estadounidense; sin embargo, la experiencia muestra que el camino hacia una victoria en las elecciones posteriores puede ser complicado para aquellos que optan por este proceso. Historias de gobernadores que se autodesignaron para el senado y luego perdieron en elecciones subsiguientes son abundantes y sirven de advertencia.
Finalmente, sea cual sea el desenlace, lo que es evidente es que la decisión de DeSantis tendrá un impacto considerable en la configuración política de Florida y, por ende, en el equilibrio de poder en el senado.
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