En Chicago, Illinois, Estados Unidos (EEUU), los inmigrantes deberán andarse con mucho cuidado y es que una nueva decisión por parte de la ley ha limitado una medida que los protegía de ciertos abusos.
Se ha dado a conocer que un tribunal federal de apelaciones ha puesto en pausa una orden que restringía el uso de la fuerza por parte de los agentes federales de inmigración en el área de Chicago.
Hay que recordar que esta se trataba de una orden judicial preliminar que fue emitida por la jueza federal Sara Ellis, hace unas semanas, que respondía a una demanda interpuesta por medios de comunicación y manifestantes.
Quienes afirmaron que los agentes federales usaron fuerza excesiva durante un operativo migratorio, ‘Operación Midway Blitz', que ha dejado más de 3.000 arrestos desde septiembre en la tercera ciudad más grande del país y sus suburbios.
La orden de Ellis, entre otros puntos clave, restringía a los agentes de usar fuerza física y agentes químicos como gases lacrimógenos y bolas de pimienta, a menos que fuera necesario o para prevenir una "amenaza inmediata".
Añadiendo que las prácticas actuales violaban los derechos constitucionales de periodistas y manifestantes.
Lo que ha establecido una corte de apelaciones
Cuando se emitió la decisión de Ellis, abogados del gobierno argumentaron que la orden restringía la aplicación de las leyes del país y podría "subvertir" la estructura constitucional.
Resulta que el Tribunal Federal de Apelaciones del 7º Circuito calificó la medida como "demasiado amplia", "demasiado prescriptiva" y advirtió en contra de una "interpretación excesiva" de su suspensión.
Ahora, este panel de tres jueces señaló que era probable que los argumentos del gobierno prevalecieran ante el tribunal.
Así mismo, agregó que la orden era "demasiado prescriptiva" al especificar el tipo de armas de control de disturbios y otros dispositivos de tal manera que "se asemeja a una regulación federal".
En este sentido, la subsecretaria de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, se refirió en un comunicado a la suspensión como "una victoria para el estado de derecho y para la seguridad de cada agente".
Además, vale la pena destacar que esta nueva orden va en lineamiento con Gregory Bovino, el jefe de sector de la Patrulla Fronteriza en El Centro, California, ha defendido en repetidas ocasiones el uso de la fuerza por parte de sus agentes.
La suspensión temporal de una orden judicial que restringía el uso de la fuerza por parte de los agentes federales de inmigración en el área de Chicago podría dar paso a un mayor uso de la fuerza y, potencialmente, a más incidentes de violencia en operativos posteriores.
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