El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa, según destaca la Organización Mundial de la Salud en un artículo publicado en su web.
Se transmite fácilmente a través de la respiración, tos o estornudos de una persona infectada y puede causar complicaciones graves o la muerte, siendo más común en niños.
Los síntomas iniciales incluyen fiebre alta, tos, rinorrea y una erupción cutánea que se extiende por el cuerpo.
¿Cómo prevenir el sarampión?
La vacunación es la mejor prevención contra el sarampión. Desde la introducción de la vacuna en 1963, se han evitado millones de muertes, aunque en 2023 se estimaron 107,500 fallecimientos, principalmente en niños menores de cinco años.
La vacuna es segura y se recomienda que todos los niños reciban dos dosis, la primera a los 9 meses y la segunda entre los 15 y 18 meses.
Los síntomas aparecen entre 10 y 14 días tras la exposición, comenzando con rinorrea, tos y erupciones cutáneas.
Las complicaciones pueden incluir ceguera, encefalitis y neumonía. Son más frecuentes en niños menores de cinco años y adultos mayores de 30, especialmente aquellos con malnutrición o sistemas inmunitarios debilitados.
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