La frontera entre Estados Unidos y México incorporará nuevas medidas tecnológicas y físicas para reforzar el control migratorio.
La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, anunció que todo el muro fronterizo será pintado de negro para aumentar su temperatura con el sol y dificultar que los migrantes lo escalen, destaca New York Post.
Esta medida responde a una orden directa del presidente Donald Trump, quien busca que la estructura se convierta en una barrera “casi imposible” de atravesar.
Pintura negra, cámaras y sensores
La estrategia no solo incluye el cambio de color. El DHS informó que se desplegarán cámaras y sensores de última generación a lo largo de cientos de millas de muro para detectar y frenar los cruces irregulares.
Según Noem, el objetivo es elevar el nivel de disuasión en la frontera, que ya registra cifras históricas a la baja en los intentos de ingreso ilegal.
El recubrimiento negro, además de calentar el acero y volverlo más difícil de escalar, también busca proteger la estructura de la corrosión.
El diseño del muro contempla secciones altas, profundas y reforzadas, lo que, de acuerdo con el DHS, hace extremadamente complicado excavar por debajo o escalar por encima.
Una frontera más costosa y polémica
El Congreso aprobó 46.500 millones de dólares en la ley One Big Beautiful Bill para la construcción y ampliación de unas 700 millas adicionales de muro.
Sin embargo, el gobierno no ha revelado el costo específico de la pintura y los equipos tecnológicos, argumentando que hacerlo podría afectar futuros procesos de licitación.
Durante su primer mandato, Trump ya había defendido la idea de muros con bolardos en negro mate y puntas afiladas para reforzar la intimidación.
Ahora, con estas nuevas medidas, la administración asegura que la frontera será más segura y moderna que nunca.
Visita nuestras secciones: Servicios e Internacionales
Para mantenerte informado sigue nuestros canales en Telegram, WhatsApp y Youtube