Una mujer argentina de 31 años que denunció un caso de violencia doméstica contra su pareja permanece detenida por ICE en Florida, pese a poseer green card y tener tres años en Estados Unidos.
Tras su arresto, Andrea fue llevada a una cárcel del condado de Orange, donde pagó una fianza para su liberación. Sin embargo, el ICE ordenó que permaneciera bajo custodia con una “orden de detención migratoria”, de acuerdo con un reportaje Human Rights Watch.
Solo 48 horas después, agentes del ICE la trasladaron al centro de procesamiento Krome, en el sur de Florida, un lugar destinado principalmente para hombres.
¿Bajo qué condiciones estuvo detenida Andrea?
Allí estuvo retenida junto a otras 30 mujeres en condiciones precarias: sin camas, duchas ni atención médica adecuada. “Había cámaras justo encima del baño abierto”, relató Andrea a Human Rights Watch. “Para los hombres estaba bien usar el baño de pie, pero para nosotras, las mujeres, era humillante”.
Luego de cinco días en Krome, Andrea fue trasladada al Centro de Procesamiento en Houston. Durante ese tiempo, su familia tuvo que mudarse a Florida para cuidar a sus hijos pequeños y recién nacidos.
La joven compartió que un agente intentó liberarla con grilletes electrónicos para estar con su bebé; sin embargo, un juez lo impidió.
Anhelada libertad para Andrea
Después de dos meses en Houston y tras una audiencia judicial donde se logró anular una condena previa por cannabis en Nueva Jersey, Andrea recuperó su libertad a finales de abril.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha impulsado una política migratoria más estricta, centrada en cumplir con una cuota diaria de 3,000 arrestos por parte del ICE. Esta estrategia ha llevado a cientos de arrestos considerados arbitrarios por organizaciones defensoras de derechos humanos
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