Los tiroteos en escuelas de EEUU dejan profundas secuelas psicológicas tanto en niños, padres y maestros.
Estas secuelas o traumas en los maestros deben ser tratadas por especialistas en el área de la psicología, que con terapia y otros recursos ayuden a los maestros a superar lo vivido.
Greg Jantz, fundador de la organización A Place of Hope, principal centro de ayuda en EEUU para las personas diagnosticadas con depresión, señaló que “la ansiedad es el diagnóstico número uno en nuestro país, y está en su punto más alto. Eso significa miedo y el miedo paraliza”.
Kaitlin Holt tenía solo 25 años cuando un adolescente armado abrió fuego en Saugus High School en Santa Clarita, California, donde Holt enseñaba música. Ella dijo que colocó un piano de cola frente a la puerta, condujo a docenas de estudiantes a una oficina, cerró la puerta con llave y atendió a un estudiante herido.
Dos estudiantes murieron en el ataque escolar del 14 de noviembre de 2019. Holt todavía se estremece cuando recuerda ese día. Ella, los estudiantes y los padres tardaron meses en aceptar lo sucedido.
“Fue mucho tiempo y estar con las personas que tuvieron esa experiencia conmigo, como el personal de la escuela y mis alumnos, y la ayuda de mi familia y amigos. Y terapia. La escuela estuvo cerrada por un tiempo, luego estuvo abierta pero no para clases, para actividades divertidas y terapia de grupo, cosas así… ”, explicó Holt.
Las terapias individuales, terapias de grupo y otras actividades, forman parte del tratamiento.
Sin terapia, dicen los expertos, es mucho más difícil manejar el trauma de manera saludable, especialmente para quienes presenciaron los tiroteos.
“Trabajamos en psicoterapia dándole algunas formas de calmar su sistema nervioso", dijo Barron, la psicóloga clínica.
“Ha pasado el tiempo, tenemos muchos recursos de salud mental en la escuela. Tenemos un centro de bienestar (…)”, dijo Holt.
El proceso del duelo
Según expertos, hay un proceso de duelo que consta de cinco etapas: la negación, la depresión, la ira, la negociación y, al final, la aceptación.
No existe un cronograma exacto porque cada etapa se supera con mayor o menor éxito dependiendo de la situación emocional de cada persona.
“No hay una forma correcta para hacer el duelo porque cada uno sufre a su manera y en su propio tiempo. No creo que sea apropiado decirle a la gente cómo hacer el duelo. La gente debe darse el espacio para hacerlo y saber que no importa cómo te sientas o cómo lo estés haciendo”, explica Melissa Whitson, profesora de Psicología en la Universidad de New Haven, en Connecticut.
Con información de: vozdeamerica.com y lawebdelasalud.com
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