En una reciente declaración, el Arzobispo de Miami, Thomas Wenski, emitió fuertes críticas escritas hacia los funcionarios que apoyan la detención de inmigrantes en el centro ubicado en el aeropuerto Collier-Dade, al que llaman "Alligator Alcatraz".
El prelado señaló que estas instalaciones no abordan las “necesidades fundamentales” de reforma migratoria que la Iglesia ha promovido durante mucho tiempo.
"Es inapropiado para los funcionarios públicos, y corrosivo para el bien común, hablar del valor disuasorio de los "caimanes y pitones" en las instalaciones de Collier-Dade", manifestó al líder católico.
Calificó de "alarmante" el trato a todos los inmigrantes irregulares como “delincuentes peligrosos”.
Monseñor Wenski indicó que" Quienes observan atentamente los desafíos que enfrenta nuestro país, no pueden evitar reconocer que se necesitan reformas serias para preservar la seguridad y la integridad de nuestras fronteras, así como para satisfacer las necesidades laborales, la estabilidad familiar y la posibilidad de migrar de quienes corren graves riesgos".
El gobierno tiene la responsabilidad de hacer cumplir las leyes, pero el Congreso las crea y puede modificarlas.
Centro de detención Alligator Alcatraz
El centro de detención fue construido en tiempo récord de ocho días en el Aeropuerto Dade-Collier, en medio de los Everglades.
La instalación, que cuenta con una capacidad inicial de 3.000 detenidos expandible a 5.000, está rodeada por la fauna natural de los pantanos, incluyendo caimanes y pitones.
Los primeros testimonios de detenidos han denunciado condiciones precarias, incluyendo falta de agua potable, comida en mal estado y problemas de salubridad.
En presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El arzobispo de Miami hizo un llamado a la oración por los funcionarios gubernamentales, y por la justicia y paz para todos.
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