Cocinar en ollas y sartenes de acero inoxidable es muy común, pues son utensilios que gozan de durabilidad, no se oxidan y, además, son fáciles de limpiar.
En estos elementos se puede dorar y sellar los alimentos de una manera estupenda, por lo que es ideal para los chefs, refiere la Inteligencia Artificial. No obstante, es una herramienta que se debe dominar muy bien para evitar que se peguen los alimentos.
¿Qué tan bueno es el acero inoxidable para cocinar?
Este es uno de los materiales más populares para utensilios de cocina en todo el mundo, y la razón es porque es duradero, fácil de limpiar, distribuye uniformemente el calor, es ligero y fácil de usar.
El acero inoxidable se considera un material biológicamente inerte y generalmente seguro para cocinar.
Otras ventajas de este material es que es más ligero que el hierro forjado y más duradero que los antiadherentes.
La única desventaja es que los alimentos se pueden pegar al momento de la cocción, por lo que se requiere hacerlo con mucho cuidado.
¿Qué hacer?
La experta en hogar, Eva Lijestrom comparte que para cocinar en acero inoxidable sin que nada se pegue, el truco es una combinación de paciencia, limpieza y control de la temperatura”, publica la web Cuerpo Mente.
Es decir, para evitar que los alimentos se peguen es fundamental primero comprobar que la sartén esté perfectamente limpia y sin rastros de comida o suciedad; después hay que controlar el calor y preparar la sartén. ¿Cómo se hace?
“1. Precalienta la sartén a fuego medio-alto durante 1 o 2 minutos. Para saber si está lo suficientemente caliente, haz la prueba del agua: echa un poquito de agua y deberías ver que se forman gotas que rodarán por la superficie (es lo que se conoce como efecto Leidenfrost). Deja que el agua se evapore o sécala por completo con una servilleta de algodón.
2. Añade el aceite solo cuando la sartén esté caliente. Debe impregnar toda la superficie que pueda tocar el alimento y tienes que dejarlo calentar hasta que se fluidifique y brille (lo que sucederá en un instante). El aceite caliente crea una barrera de vapor que eleva los alimentos por encima de la superficie de la sartén, lo que minimiza la adherencia.
3. Es el momento de echar los alimentos a la sartén. Asegúrate de que están a temperatura ambiente: si están demasiado fríos pueden hacer que baje la temperatura de la sartén, lo que facilitaría que se peguen”.
Visita nuestra sección Variedades
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube