Dormir bien no depende solo de un buen colchón o una buena almohada. También influye mucho el estado de limpieza del colchón: con el tiempo, el polvo, el sudor y el uso diario pueden generar suciedad, malos olores o incluso ácaros.
Por eso, dedicar un poco de tiempo a su mantenimiento puede marcar la diferencia en la calidad del descanso y en la higiene del dormitorio. Una opción natural, económica y sencilla es usar una mezcla de agua con bicarbonato.
¿Por qué rociar agua con bicarbonato en el colchón?
Una de las formas más fáciles de mantener el colchón en buen estado es rociarlo con agua mezclada con bicarbonato de sodio aproximadamente una vez al mes. El bicarbonato tiene propiedades naturales que ayudan a neutralizar olores, absorber humedad y reducir acumulación de sudor, polvo o impurezas superficiales.
Este remedio casero también puede ayudar a disminuir la presencia de ácaros, los cuales a menudo se concentran en colchones viejos o poco ventilados. Además, al actuar como desinfectante y desodorizante natural, el bicarbonato aporta una sensación de frescura y limpieza, sin recurrir a químicos fuertes.
Así puedes limpiar tu colchón
Mezcla una cucharada de bicarbonato por cada vaso de agua en un rociador, rociar ligeramente sobre toda la superficie del colchón, dejar actuar unos 30 minutos y luego aspirar para retirar los restos. De esta forma, no solo se eliminan malos olores y polvo superficial, sino que también se contribuye a prolongar la vida útil del colchón y a mejorar la calidad del descanso.
Repetir este cuidado una vez al mes ayuda a evitar que la suciedad y la humedad se acumulen con el tiempo, sobre todo en épocas de calor o cuando la ventilación del dormitorio no es la ideal.
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