Durante mucho tiempo, se ha evitado la idea de usar aceites faciales en pieles grasas, asumiendo que solo empeoran el problema. Sin embargo, la ciencia cosmética y la dermatología moderna han desmentido este mito.
Lejos de obstruir los poros, existen aceites ligeros que pueden ser aliados muy efectivos para equilibrar, nutrir y sanar la piel grasa y con tendencia al acné.
Cuando la piel grasa es despojada de sus aceites naturales (a menudo por el uso de productos agresivos y astringentes), puede compensar produciendo más sebo. Este fenómeno, conocido como efecto rebote, crea un círculo vicioso que empeora el brillo y los brotes.
Los aceites faciales, especialmente los que son similares al sebo natural de la piel, ayudan a calmar esta respuesta y a regular la producción de grasa, logrando un equilibrio saludable. ¡Te interesa lo que sigue!
Aceites compatibles con la piel grasa
La clave para dar con aceites que sean “amigables” con la piel grasa está en que no sean comedogénicos, es decir, que no obstruyan los poros.
Te dejamos una lista de aceites ricos en este ácido, para ayudar a restablecer el equilibrio y la salud de la piel:
Aceite de jojoba
Su composición molecular es notablemente similar a la del sebo humano. Al aplicarlo, "engaña" a la piel haciéndole creer que ya ha producido suficiente sebo, lo que ayuda a frenar la producción excesiva. El aceite de jojoba no solo regula la grasa, sino que también hidrata sin dejar una sensación pesada, además de tener propiedades antiinflamatorias que pueden calmar la piel irritada.
Aceite de árbol de té
Famoso por sus potentes propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, el aceite de árbol de té es un tratamiento localizado eficaz para los brotes de acné, de acuerdo a Mayo Clinic. De acuerdo con estudios dermatológicos, su eficacia para reducir las lesiones del acné es comparable a la del peróxido de benzoilo, pero con menos efectos secundarios como la sequedad o la irritación. Es crucial usarlo diluido en un aceite portador, como el de jojoba, para evitar reacciones adversas en la piel.
Aceite de semilla de uva
Es un aceite ligero, de fácil absorción y rico en ácido linoleico, lo que lo hace ideal para equilibrar la piel con tendencia al acné. También está cargado de antioxidantes que protegen la piel del daño de los radicales libres y mejoran su elasticidad.
El uso de aceites de alta calidad, preferiblemente prensados en frío y orgánicos, es fundamental. Esto aunado a la constancia en tu rutina de noche o mañana, hará que logres ver los beneficios.
Ten presente que debes aplicar los aceites después de la limpieza y de sueros a base de agua. Tu piel estará más sana y radiante ¡Sin duda, lo notarás!.
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