El atún en lata forma parte de esos alimentos que nunca falta en las despensas; esto porque es no perecedero y resulta práctico para trasladar y preparar. Con él se acompañan pastas, arroz, ensaladas y sándwich, pero, además, con este enlatado se pueden elaborar empanadas, y hasta tomates o pimentones rellenos.
Su consumo es habitual en la dieta de muchas personas y aunque se cree que aporta muchos beneficios al organismo, no se debe abusar de su ingesta, ya que el atún contiene mercurio, una sustancia que resulta tóxica en determinadas cantidades.
¿Qué tan bueno es comer atún en lata?
Según explicó la académica de la Escuela de Nutrición de la Universidad Católica del Maule, Leyla Juri, “siempre es mejor consumir un alimento fresco que uno en conserva, debido a los aditivos que se agregan en el proceso de enlatado.
Aun cuando el atún enlatado al agua tiene menos grasa que el atún fresco, al conservarse en aceite, el porcentaje de grasa aumenta, ya que el aporte proviene de las grasas del aceite”.
Por otra parte, las concentraciones de mercurio en los pescados grandes como el atún, son bastantes altas; pero el atún en conserva es atún blanco o bonito y la concentración de mercurio es menor, aun así, no se debe exceder en su consumo, pues el máximo de mercurio que se puede tomar a la semana es de 1,3 microorganismos por cada kilo de peso, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
Partiendo de ello, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) sugiere limitar el consumo de atún a una lata de 170 gramos por semana.
Beneficios
El atún es una fuente de proteína de alta calidad que contienen los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. Una lata de atún estándar aporta entre 28 y 32 gramos de proteína, es decir, en promedio esto equivale a la mitad del requerimiento diario de proteínas de un adulto, según la Organización Mundial de la Salud, refiere Infobae.
Otra ventaja del atún es que aporta vitaminas como la B12 y minerales como el selenio y el magnesio, además, contiene omega 3, y es bajo en grasas saturada, que contribuyen al mantenimiento de la salud cardiovascular.
En conclusión, el consumo de atún es beneficioso para la salud, pero debe limitarse por el mercurio y el sodio que pueden contener.
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