El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y forma parte de la rutina diaria de millones de personas. Lo tomamos principalmente por su capacidad para estimularnos gracias a la cafeína, que actúa sobre el sistema nervioso central aumentando el estado de alerta y reduciendo la sensación de cansancio.
Para muchos, también representa un momento social y cultural. Compartir una taza de café es excusa para conversar, relajarse o iniciar el día con energía.
Diversos estudios señalan que el consumo moderado de café puede aportar beneficios, entre ellos, mejora la concentración y el rendimiento cognitivo, favorece el metabolismo y contribuye a la quema de grasas.
Además, contiene antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular y pueden reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 o ciertos problemas cardiovasculares.
Cantidad de café recomendada
Según la Dra. Sara Mahdavi, el consumo moderado de café con cafeína durante la mediana edad está relacionado con un mayor probabilidad de “envejecer saludablemente”.
En su estudio, que siguió a más de 47 mil mujeres durante casi 30 años, se encontró que las que consumían aproximadamente 315 mg diarios de cafeína (2 o 3 tazas pequeñas) tenían más probabilidades de conservar una buena salud física, mental e incluso vivir más allá de los 70 años sin enfermedades crónicas.
Además, por cada taza adicional de café consumida diariamente, hasta un máximo de cinco tazas, la probabilidad de envejecer con salud aumentaba entre un 2 % y un 5 %.
Sin embargo, esta asociación no se observó con el café descafeinado, el té o las bebidas gaseosas; de hecho, el consumo de cola se vinculó con una menor probabilidad de envejecimiento saludable.
Es importante subrayar que, aunque algunos participantes alcanzaron el equivalente de hasta siete tazas pequeñas diarias, Mahdavi aclara que los beneficios más claros se observaron con un consumo moderado, es decir, entre 2 y 4 tazas al día, y que las reacciones individuales varían según factores como genética, peso corporal, niveles de estrés y metabolismo de la cafeína.
Asimismo, Mahdavi advierte que el café no debe considerarse una “cura” ni sustituir a otros hábitos saludables, ya que hacer ejercicio regular, tener una buena alimentación, evitar el tabaco y una vida equilibrada son mucho más determinantes para la longevidad.
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