Elegir la temperatura adecuada al usar una plancha de cabello es crucial para evitar daños y obtener resultados óptimos. La temperatura máxima ideal depende de la textura, el grosor y la condición del cabello.
Cabello fino o dañado (150 °C - 180 °C)
El cabello fino o debilitado es más susceptible al calor, por lo que se recomienda mantener la temperatura entre 150 °C y 180 °C. Utilizar una temperatura más alta puede causar quiebre y resequedad. Es importante aplicar un protector térmico antes de usar la plancha para minimizar el impacto del calor.
Cabello normal o ligeramente grueso (180 °C - 200 °C)
Para el cabello que no es ni muy fino ni extremadamente grueso, una temperatura de 180 °C a 200 °C es adecuada. Esto proporciona el calor suficiente para alisar sin comprometer la salud del cabello.
Cabello grueso o rizado (200 °C - 230 °C)
Este tipo de cabello necesita temperaturas más altas, entre 200 °C y 230 °C, para lograr un alisado efectivo. Sin embargo, es fundamental no exceder los 230 °C, ya que temperaturas mayores pueden quemar las fibras capilares, dejando el cabello opaco y frágil.
Consejos generales
- Prueba gradual: si no estás seguro de la temperatura ideal, comienza con un nivel bajo y aumenta gradualmente hasta obtener los resultados deseados.
- Evita planchar el cabello mojado: esto puede provocar daños severos a la cutícula capilar. Asegúrate de que esté completamente seco.
- Protección térmica: usa siempre productos que protejan el cabello del calor.
- Calidad de la plancha: opta por modelos de cerámica, turmalina o titanio, ya que distribuyen el calor de manera uniforme y reducen el riesgo de daño.
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