El acné es una enfermedad inflamatoria muy común en la adolescencia, que afecta a más del 80% de las personas entre los 11 y 30 años de edad, y un 5% a personas mayores de 35 años, la cual tiene grandes complicaciones y consecuencias sociales y psicológicas en quien la padece.
Las cicatrices causadas por acné se clasifican en atróficas e hipertróficas. Las primeras son las más comunes, y son causadas por el defecto en la cantidad y posicionamiento de las fibras de colágeno de la dermis, que intentan reparar el tejido y cubrir una solución de continuidad causada por las lesiones inflamatorias del acné, mientras que las segundas se pueden reconocer por una elevación de la piel o del tejido cicatricial. Donde antes había una imperfección inflamada, la piel produce un tejido "inferior", y suelen aparecer en el tórax, cuello y espalda.
Para su tratamiento se deberá tomar en cuenta el tipo de cicatriz y el daño que presente el paciente, pero los procedimientos pueden ir desde los quirúrgicos hasta simples tratamientos estéticos, pero todos buscan mejorar el aspecto de la piel, incluyendo color, textura y profundidad.
Tratamientos para las cicatrices por acné
Exfoliación cutánea
Esta puede ser química a través de los diferentes tipos de peelings, o física mediante la microdermoabrasión, que es un tratamiento que a través de agua y puntas de diamante realiza una limpieza profunda de la piel, eliminando las células muertas superficiales, grasa y puntos negros acumulados, disminuye el tamaño de los poros, mejora la textura áspera del rostro y atenúa las cicatrices, logrando así una piel uniforme y suave.
Microagujas
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston han descubierto que las microagujas ayudan a mejorar la apariencia de las cicatrices del acné, además, ayuda al rejuvenecimiento y disminuye la inflamación de la piel.
Este tratamiento ayuda a mejorar antiguas cicatrices e imperfecciones de la piel, restaurando el colágeno y la elastina a través de un proceso de curación natural, por medio de agujas ultra finas, con las que se realizan múltiples punciones cutáneas que inducen una respuesta de curación de la piel produciendo nuevo colágeno y elastina. Este nuevo colágeno y elastina mejora la calidad y textura de la piel, logrando que se sienta más suave y firme, ayudando a borrar las cicatrices.
Plasma
El plasma rico en plaquetas favorece la síntesis de colágeno, que es la molécula más dañada en cualquier cicatriz. En el caso de las cicatrices atróficas del acné, potencia que la dermis aumente su grosor y rellene parcialmente la pérdida de sustancia de la depresión, gracias a su alta concentración de citocinas y proteínas.
Cabe destacar que para tratar las cicatrices causadas por acné, en muchas ocasiones se deberán combinar diferentes técnicas y terapias para lograr un resultado satisfactorio en el mejoramiento del aspecto de la piel.
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