Lograr una base de maquillaje perfecta es clave para un look impecable. La forma de aplicarla puede marcar la diferencia en el acabado y la duración. A continuación, te presentamos tres técnicas efectivas para aplicar tu base de maquillaje según tus necesidades y preferencias.
1. Con una brocha
Usar una brocha para aplicar la base proporciona un acabado uniforme y profesional. Las brochas planas o tipo kabuki son ideales para este propósito. Aplica una pequeña cantidad de base en el dorso de tu mano y recoge el producto con la brocha. Luego, realiza movimientos circulares o de barrido sobre tu rostro, empezando desde el centro hacia afuera. Esto ayuda a difuminar los bordes y evitar acumulaciones, logrando un look natural. Es importante limpiar la brocha regularmente para prevenir bacterias.
2. Con una esponja de maquillaje
Las esponjas, como las beauty blenders, son perfectas para un acabado natural y luminoso. Para usarlas, humedece la esponja y retira el exceso de agua antes de aplicar la base. Coloca pequeños puntos de base en tu rostro y utiliza la esponja dando pequeños toques, también conocidos como “stippling”. Este método permite que la base se adhiera a la piel sin líneas visibles. Además, es ideal para construir capas ligeras de cobertura sin sobrecargar el rostro.
3. Con las manos
Aunque a veces subestimada, esta técnica es rápida y práctica. El calor de tus manos ayuda a fundir la base con tu piel, ofreciendo un acabado más natural. Coloca una pequeña cantidad de producto en tus dedos, frótalos ligeramente y aplícalo en el rostro con movimientos suaves, como si estuvieras masajeando. Asegúrate de tener las manos limpias para evitar la transferencia de suciedad.
Experimenta para descubrir cuál funciona mejor para ti y recuerda que una buena preparación de la piel, como hidratarla y usar primer, es fundamental para un resultado impecable.
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