Preparar el cabello para el secador es un básico que no debes dejar pasar en ninguna época del año, sin embargo, muchas veces por la premura del día a día eso pierde importancia.
No obstante, como es probable que la última noche del año quieras lucir espectacular y mostrar no solo tu mejor cara, sino que el cabello esté resplandeciente, te contamos qué debes hacer.
Importancia de preparar el cabello
Cuidar el pelo es fundamental porque este viene siendo parte importante de la carta de presentación de una persona.
Por tanto, si lo que buscas es lucir una melena saludable se recomienda aplicar mascarillas con cierta periodicidad para evitar la resequedad y las puntas abiertas, por ejemplo.
También será necesario aplicar tratamientos de hidratación para recuperarlo y poder manipularlo y peinarlo sin temor a la caída, entre otros posibles inconvenientes.
Tal como indicamos, se debería hacer cada cierto tiempo; sin embargo, tocando el punto que nos compete, es imprescindible que siempre antes de utilizar el secador o cualquier herramienta de calor, se proteja la fibra capilar.
¿Porqué? Porque el uso excesivo del secador, planchas y tenazas pasan factura a la salud y la estática del cabello.
Antes de secar
Aplica una mascarilla con aguacate, huevo o miel para darle brillo al pelo, luego lava como de costumbre. Es importante que el agua del enjuague esté templada, jamás caliente.
Luego utiliza un protector térmico para el cabello, ya que reducen hasta un 70% el efecto calórico y la posibilidad de dañar el pelo.
Finalmente, desenreda el cabello de puntas a raíces, procura hacerlo con un peine de púas anchas que despegue el cabello del cuero cabelludo.
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Manos a la obra
1. Después de lavarlo con los productos habituales, seca con una toalla para quitarle la humedad, antes de utilizar el secador. Evita retorcerlo, seca de manera muy sutil para no romper la hebra.
Lo ideal es enrollar la toalla a modo de turbante y dejarla entre 5 y 10 minutos, recuerda que la clave está en que el cabello no tiene que estar excesivamente mojado, es decir, no debe gotear, ni totalmente seco, sino más bien húmedo.
2. Separar el cabello en pequeñas capas y recoger las superiores con unas pinzas en la parte de arriba. Es importante estas separaciones para secar poco a poco y poder darle forma al cabello.
3. Ajusta la temperatura a tu tipo de cabello. Si tienes el cabello fino, selecciona una temperatura media. Necesitarás más tiempo para secarlo, pero no dañarás tu cabello.
Un truco para acortar este tiempo es aumentar la intensidad, es decir la velocidad del secador, pero no la temperatura.
4. Alisar los mechones de las capas más bajas desde la raíz hasta las puntas. No olvides utilizar el concentrador de aire para alisar tu cabello porque esto ayuda a darle forma al cabello, además de secarlo.
5. Al finalizar el secado, aplica una ráfaga de aire frío para que el cabello quede más flexible y brillante.
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2022-12-30
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