La cebolla es una hortaliza bien aromática y versátil. Su consumo es muy saludable, pues es tonificante, estimulante del sistema nervioso y del hígado.
Además, estimular el apetito y regulariza las funciones del estómago. Es beneficiosa para el tratamiento de la anemia, la fatiga generalizada y previene infecciones.
Dependiendo del corte que se le haga se puede preparar de diversas maneras y hacer con ella un sinfín de recetas.
El objetivo culinario de cortar la cebolla de forma uniforme es darle una apariencia estética al plato. Además, le ayudará a minimizar los tiempos de cocción. Conoce cuáles son los cortes más comunes.
Tipos de cortes
Aros
Lave y corte la cebolla en rodajas hasta conseguir los aros, este tipo de corte se utiliza mucho para hacer las ensaladas, aros de cebolla y colocar en las hamburguesas.
Juliana
Se llama este corte al realizado en tiras muy delgadas. Pero si el corte es un poco más grueso se le conoce como bastón. De largo por lo general miden cinco centímetros
Brunoise
Son los cubos muy pequeños (brunoise fino) son cortes bien parejos y uniformes de aproximadamente 1 a 3 mm. Se usa para sofreír, hacer guisos, arroz, etc.
Maneras de usar los cortes de la cebolla
Aros de cebolla
Ingredientes
2 cebollas, cortadas en rebanadas
1 ½ taza de harina de trigo (240 g)
1 huevo
Una cerveza
Aceite
Preparación
1 Cortar las cebollas en aros. En un envase mezclar la cerveza con la harina, el huevo, revolver bien hasta que se deshagan los grumos. Pasar los aros de cebolla por la salsa.
2 Calentar el aceite y sumergir los aros de cebolla por 2-3 minutos, o hasta que doren bien, retirar del aceite y escurrir en toallas de papel. Servir con mayonesa, salsa de tomate o crema tártara.
Cebolla caramelizada
Ingredientes
1 kg de cebollas
7 cdas de aceite
2 cdas de agua
Un chorrito de vinagre balsámico
6 cdas de azúcar moreno
Preparación:
1 Cortar las cebollas en tiras o julianas, llevar a una sartén con el aceite a fuego bajo, revolver bien sin que se impregne de aceite.
Consejos
Para hacer más digerible la cebolla, antes de la cocción, déjela en un recipiente con agua fría durante unas horas, cambiando con frecuencia el agua.
Si no tiene suficiente tiempo, déjela durante 5 minutos en agua hirviendo, después de haberla pelado.
Si quiere mantener intacto su sabor, el mejor método consiste en marinarla en jugo de limón durante una hora.
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