El cornbread, o pan de maíz, es una receta sencilla y versátil que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su textura húmeda y sabor ligeramente dulce lo convierten en el acompañamiento perfecto para sopas, guisos y platos principales. Además, es una excelente opción para un desayuno o merienda rápida y nutritiva.
Tiene sus raíces en la cocina de los nativos americanos, quienes utilizaban la harina de maíz como ingrediente principal en sus panes. Con la llegada de los colonos europeos, la receta evolucionó incorporando nuevos ingredientes como la harina de trigo, el azúcar y la manteca.
Hoy en día, el cornbread se disfruta en una amplia variedad de culturas y se ha convertido en un símbolo de la cocina estadounidense.
Para un cornbread más húmedo, aumenta ligeramente la cantidad de leche. Si prefieres una textura más densa, reduce la leche y agrega un poco más de harina. Puedes agregar otros ingredientes para darle un toque especial a tu receta, como queso cheddar rallado, jalapeños picados, o maíz dulce.
Cornbread
Ingredientes
2 tazas de harina de maíz
1 taza de harina de trigo
Una cucharada de azúcar
Dos cucharaditas de polvo de hornear
Bicarbonato de sodio, 1 cucharadita
½ cucharadita de sal
Huevo grande, 1
Leche, 1 taza
¼ de taza de aceite vegetal
Preparación
– Precalienta el horno a 200 °C
– Engrasa un molde cuadrado o redondo.
– Mezcla los ingredientes secos en un tazón grande, combina la harina de maíz, la harina de trigo, el azúcar, el polvo de hornear, el bicarbonato de sodio y la sal.
-Une los ingredientes húmedos y en otro tazón, bate el huevo, la leche y el aceite.
– Vierte los ingredientes húmedos sobre los secos y mezcla hasta obtener una masa homogénea. No revuelvas en exceso.
– Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante 25-30 minutos, o hasta que un palillo insertado salga limpio.
¡Buen provecho!
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