La reconocida actriz Gledys Ibarra, interprete de diferentes personajes en las telenovelas venezolanas, regresa al país de la mano de la producción general de Carolina Rincón Cardozo, y la dirección de Rossana Hernández para darle un regalo a sus seguidores.
Ella abrirá la temporada teatral en 2023 con la obra “La Monstrua”, un monólogo del autor uruguayo Ariel Mastandrea. Este unipersonal se estrenará el próximo 19 de enero en la sala de conciertos del Centro Cultural BOD, con tres presentaciones más los días 20, 21 y 22 de enero. Además, de una única presentación en Barquisimeto el 4 de febrero.
Ibarra, quien reside en la actualidad en Londres, conversó en exclusiva para Zona 3D y confesó que este es un trabajo que amerita tener una madurez personal y actoral, que quizás hace 10 años no hubiera asumido, pues trata desde el humor, aspectos irreverentes y relevantes de la condición humana de la cual pocos se atreven a hablar. Desde la miseria, la maldad, las traiciones, la venganza, y hasta el rechazo social que se da entre las personas.
Sin embargo, es una comedia negra llena de arte, alegría y reflexión, muy bien pensada, en el cual se han venido cuidando todos los detalles de maquillaje, vestuario, escenografía, entre muchos otros aspectos; pues no hay cabida para las improvisaciones, se respeta el texto, al cual solo se le han hecho cambios que tienen que ver con modismos al hablar, cosas que quizás el público pueda no entender porque es de origen uruguayo. “La Monstrua es un viaje que haremos tomados de la mano”.
En su tierra
Gledys llegó a su país natal hace poco más de una semana para reencontrarse con sus familiares y amigos, celebrar la Navidad, pero también para darle un regalo a su público.
“Yo hice toda mi carrera aquí, el público me vio crecer, madurar y envejecer, desde que era extra, y los venezolanos fueron testigos de todo mi crecimiento profesional. No solo regreso a Venezuela para reencontrarme con mi familia, mis amigos, mi gente; también con ese público que me apoyó y pues cuando decidí que volvía a mi país quise traerles un regalo y presentarme en un escenario para mostrarle lo que se hacer y me gusta.
Todos los artistas desaparecimos de escena, aunque están las redes sociales, no es lo mismo, lo que la gente vio de nosotros y por lo que aprendió a apreciarnos y a querernos fue por nuestro trabajo, y la mejor manera de honrar un apoyo y un cariño, es llevándoles eso por lo que ellos me han apoyado.
Entonces decidí junto a Carolina, quien tiene muchos años de experiencia y que inaugura su productora de sueños conmigo, regalarle esta producción a mi gente.
Para mí es un privilegio que estos talentos que están a mi alrededor pongan a mi disposición su trabajo para el disfrute de los venezolanos. Todo el equipo con el que estoy trabajando tienen una carrera sólida, yo no he venido a improvisar, ni a matar tigres. Con todo el respeto que se merece el público, yo he venido a agradecerles con mi trabajo actoral, con una pieza muy bien montada desde todo punto de vista”.
Otra piel
Una actriz presta su cuerpo a un personaje y son muchos, los que esta ganadora del Premio Meridiano de Oro en 1992 como actriz revelación del año ha interpretado, y que, además, confiesa haber disfrutado y aprendido de cada uno.
Sin duda, uno de los personajes con los que más se recuerda a la actriz es Patria Mía, de la telenovela “Cosita Rica”. Un personaje que incluso ella recuerda con mucha alegría y satisfacción.
“He tenido la suerte, he sido una privilegiada por interpretar a la mujer venezolana, mujeres guerreras, luchadoras. Todos los personajes que he interpretado tienen un pedazo de mi propia piel, de mi propia constitución. No es un personaje sacado al azar.
Han sido personajes estudiados. Leonardo Padrón, por ejemplo, que conoció la estructura de la sociedad venezolana, pensó muy bien el personaje y plasmó a la mujer aguerrida, trabajadora, luchadora, entregada, buena madre.
Y cada personaje que he interpretado está lleno de esas características. Patria Mía es una responsabilidad inmensa, un privilegio gigante. El que tengas en tu hoja de vida actoral un personaje que lleva el nombre de la patria, es inmenso. No tengo como agradecerlo. Fue una trama muy inteligente, hermosa, cargada de emociones y con una historia que le tocaba a hombres y mujeres”.
También recordamos personajes como Tomasa, de la telenovela “Tomasa Te Quiero” o Belinda, de “La Intrusa”. Respecto a este último personaje nos contó una anécdota de quien catalogó como guía, el actor Tomás Enrique, “mi queridísimo que en Paz descanse. Yo era su hija en la telenovela y me enamoro de un hombre casado, Flavio Caballero; y en una escena, él encierra a Belinda, mi personaje. Y contaba Tomás que en una oportunidad entrando a un local por el paraíso unas señoras le dieron unos palazos y lo señalaron como mal padre por encerrar a su hija para que no se viera con su enamorado”.
Gledys nos indicó entre risas, que “con esto quiero decir que los personajes reflejaban los propios sentimientos de quienes nos veían a través de las pantallas”.
En este sentido, volver a hacer la televisión de hace 30 años no es imposible, solo hace falta tener la voluntad, el deseo y las ganas de querer hacer las cosas.
“Aplaudo a todos los actores, productores, cineasta y demás personas que se encuentran en la actualidad trabajando en esta profesión, porque esta es una carrera que exige entrega”.
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Pandemia
Para muchos, los años de pandemia marcaron un antes y un después en diferentes aspectos, para Glegys Ibarra, como señaló, fue un tiempo de mucho análisis e introspección a nivel personal; y que aprovechó al máximo a nivel profesional.
“Aprendí muchas cosas académicamente. En ese periodo había muchos talleres vía Zoom y no perdí oportunidad de tomarlos. Hice varios talleres incluyendo diseño gráfico. Aproveché de hacer teatro que era una innovación también vía Zoom.
Participamos en la inauguración del teatro Zoom que lo tenía Nohelí Arteaga y Catherina Cardozo”.
Ella como la mayoría de las mujeres trabajadoras que ha interpretado en diferentes papeles actorales, puso en practica el refrán “al mal tiempo buena cara” y dedicó este tiempo para seguir preparándose, y no decaer ante las adversidades.
Ser emigrante
Lo más fuerte de emigrar siempre es la separación señala Gledys, sin embargo, apunta que no extraña mucho, porque esa es una de las ventajas de la tecnología, “puedes comunicarte con familiares y amigos, te pueden mandar fotos, videos desde la panadería, y eso nos hace sentir que estamos en Venezuela. Incluso, los productos venezolanos están internacionalizados y puedo comprar harina Pan en el pueblo, y hasta comerme un Cocosette, o un Toronto, por hablar de lo menos, y con esos detalles te sientes en tu país”.
Aunque confiesa que ese abrazo en persona, el sentir esos corazones latir juntos no tiene comparación, por eso los disfruta cuando tiene la oportunidad, como en estos días, ya que tiene pautado su regreso a Londres, para febrero.
Deseo de año nuevo
Estamos en víspera de celebrar la llegada del nuevo año y no podíamos dejar de preguntarle qué le regalaría a Venezuela. “Sin ánimos de herir susceptibilidades, mi deseo es que rescatemos la palabra respeto, que aprendamos a usarla, parece que se nos ha olvidado, parece que no sabemos hasta donde llegan nuestros límites. Si yo regalaría algo, regalaría darle valor a la palabra respeto. Honrar esa palabra tan importante”.
Fotos: David Urdaneta
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2022-12-30
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